Las principales avenidas y calles anchas de Bilbao dispondrán próximamente de radares informativos para evitar que los conductores superen los 30 kilómetros por hora a los que está limitado el tráfico en la ciudad. Unos dispositivos de control que servirán también "para multar a los infractores" reincidentes de la medida, ha indicado este martes Alfonso Gil, teniente alcalde de Bilbao y concejal de Movilidad y Sostenibilidad.

Gil ha participado junto al subdelegado del Gobierno en Bizkaia, Vicente Reyes, y la directora del la Dirección General de Tráfico (DGT) del territorio, Esther Martín, en un acto para informar de la entrada en vigor desde hoy del real decreto que limita la velocidad a los mencionado 30 kilómetros por hora en todos los municipios del Estado.

El carácter pionero de la medida tomada en Bilbao en setiembre pasado, es la primera ciudad en el mundo de más de 300.000 habitantes en llevarla a cabo, ha sido un buen laboratorio de pruebas para la DGT y la Federación Española de Provincias y Municipios. Aún así, los resultados, ocho meses después de su implantación, según ha confesado el edil bilbaino "están siendo agridulces".

El responsable municipal ha indicado que "en líneas generales las cosas van bien" que "se ha reducido la velocidad de tránsito por la ciudad y también los siniestros, todos los vectores avalan la medida". Pero ha sido muy explícito al poner un stop en su discurso. Ha indicado que "alto, nos estamos relajando" y por ello ha especificado que "vamos a poner radares pedagógicos en la ciudad, formarán parte del paisaje urbano".

Estos dispositivos, similares a los que existen en las autovías, informarán en tiempo real de la velocidad de los vehículos, unos datos que, ha especificado Gil, "vamos a monitorizar, tendremos múltiples datos y cuando veamos que se conculca mucho la norma automáticamente vendrá el del mazo, la multa".

LLEGARÁ LA MULTA A CASA

Ha puesto un ejemplo. "Si en alameda de Urquijo, alguien va a 50 o 60 kilómetros permanentemente, tras detectarlo, automáticamente llegará la Policía Municipal, instalará el radar sancionador y llegará la multa a casa". También ha avisado que "cuando uno dobla la velocidad urbana marcada en cualquier calle está cometiendo un delito".

Los radares informativos se colocarán en aquellas avenidas y calles con más de dos carriles, vías urbanas donde más se ha detectado el incumplimiento de la medida. Ejemplos son la avenida de Zumalakarregi o Urkijo, aunque Gil no quiso detallar más ubicaciones.

El concejal de Movilidad ha recordado que "cuando iniciamos la medida, los ciudadanos nos concienciamos de que teníamos que responder. Bilbao optó por hacer mucha pedagogía y no tirar del palo". De hecho, tras septiembre pasado bajaron las multas producto de que había menos siniestros y "había un compromiso colectivo de cumplir la norma".

Ese compromiso parece que se ha diluido y de hecho Alfonso Gil ha asegurado que "ya estamos multando porque el periodo de gracia pasó hace dos meses (fue de medio año) y aquellos que están incumpliendo flagrantemente la medida ya han recibido la sanción en casa".

El Ayuntamiento también se ha puesto en contacto con los responsables de la mayoría de los servicios públicos de transporte que "aunque cumplen mayoritariamente" también "se les ha llamado a la responsabilidad" ha concretado el concejal.

Por su parte, la directora de la DGT en Bizkaia ha puesto a Bilbao como ejemplo de que cumplir la medida reductora de velocidad "es posible" y que va a suponer también recuperar las calles para los ciudadanos y procurar una movilidad sostenible.

El subdelegado del Gobierno central, incidió en la idea de que "se va a facilitar la movilidad de los peatones" y ha destacado "la disminución del ruido y la contaminación" que se va a registrar en las ciudades del Estado a partir de ahora. La Federación Española de Provincias y Municipios calcula que con la medida desarrollada entre el 70 el 80 % de las calles de las ciudades del Estado protagonizarán un tráfico a 30 kilómetros por hora.