Estos meses no han retumbado los tambores en San Mamés. Las cornetas y los instrumentos de viento que anunciaban la Semana Santa a la salida de Bilbao hacia a la autopista han sido silenciados por la pandemia. Más de mil cofrades habrían salido hoy en procesión por las calles de la capital para hacer sus penitencias en Semana Santa y revivir con ello una tradición a la que nunca ha faltado Bilbao salvo cuando en contadas ocasiones el tiempo se ha puesto en su contra. Este viernes han colgado sus hábitos por segundo año consecutivo.

Dos cofrades, dos generaciones, Luis Olartua (53 años) y Begoña Isasi (19 años) relatan a DEIA cómo viven la Semana Santa estos días. Cumplen su mayor penitencia: "No salir en procesión".

Luis Olartua es el abad de la cofradía de Dios de las Escuelas Pías de los Escolapios. Es el máximo responsable, el que vela por cumplir la esencia de la cofradía y hacer vivir a los cofrades lo que es la Semana Santa y la vida que ellos viven. Su cofradía reúne a 290 cofrades que durante el año procuran hacer alguna actividad, pero siendo consciente de que el grueso de la cofradía es la preparación de la Semana Santa. "Para mantener la llama de los cofrades organizamos algunas actividades durante el año. Una romería en mayo y en noviembre una misa por los difuntos. También un acto en el que se homenajea a los cofrades que llevan más de 25 años". La cofradía es como una familia, según dice, él mismo lleva toda la vida. "Hay cofrades desde los 7 años hasta uno de 90 años que ya no procesiona".

Salen en procesión desde 1944. De hecho, fue en 2019, su última Semana Santa, cuando cumplieron 75 años. El año pasado se preparaban para que sus hábitos y capirotes embriagaran toda la ciudad al son de los tambores, pero el virus confinó sus plegarias. Este año, a sabiendas de que no iba a ser posible, ya no han ensayado. Porque cada año los cofrades empiezan a prepararse en octubre, primero para la cabalgata de Los Reyes en Portugalete, y desde enero, para la propia Semana Santa. Ensayan en distintos auditorios, en Escolapios, en la iglesia del Carmen y un día a la semana en la calle al lado de la salida de la autopista, y es entonces cuando los bilbainos ya ven y oyen que se aproximan estas fechas.

Luis Olartua dice que este año ya preveían que no iba a haber celebraciones así que no han ensayado. Las procesiones en Bilbao suelen empezar hoy Viernes de Dolores, anterior al Domingo de Ramos, aunque su cofradía arranca con las procesiones el sábado.

La costumbre en la ciudad es que las nueve cofradías que aglutinan a 1.000 o 1.200 cofrades aproximadamente salgan en todas las procesiones. No poder hacerlo por segundo año "supone un poco de desilusión. El año pasado fue una cosa sobrevenida. Estábamos preparados y tuvimos que dejarlo, pero teníamos la esperanza de que este año sí podríamos".

Y es que para los cofrades su razón de ser es el poder procesionar. En Bilbao cada procesión la organiza una cofradía así que en el día que les hubiera tocado, a ellos hoy, han organizado un Vía Crucis en la iglesia del Carmen a la que invitan a la feligresía de la zona a que participe.

Su plegaria es la procesión porque son largos recorridos a un paso pesado y muchas horas. Además hay gente que lo hace calzado. Unos van rezando y otros pensando interiormente en sus vidas, algo que la pandemia les ha arrebatado pero que esperan recuperar.

Generaciones nuevas

Begoña Isasi tiene 19 años y se recuerda cofrade desde que nació o incluso antes, dice. Estudia en la UPV-EHU Gestión de Negocios y entrena a un equipo de baloncesto. "Ya era cofrade antes de nacer y todo". Lo dice porque los seis miembros de su familia pertenecen a la cofradía de Begoña. Normalmente todos los años que ha podido ha salido. Depende del año ve qué penitencia hace y cada vez busca algo que le mueva. No poder salir en la procesión le produce "cierta decepción pero hay que adaptarse a las medidas de seguridad e intentar controlar todo como se pueda". Su cofradía también ha querido hacer algo especial en vista de que no iban a poder procesionar. Así, han organizado un vía crucis en la basílica de Begoña.

Begoña es un chica joven que vive una tradición religiosa que a muchos puede sorprende, sin embargo, asegura que a sus compañeros y compañeras no les sorprende, "tengo muchas amigas que también son cofrades de distintas cofradías" y entre el resto de los amigos y amigas "la gente dice ¡qué guay!, y se interesan por el tema".

Lo que más le gusta de salir en la procesión es el ambiente que se crea entre la gente y el público. Si hubiera podido salir en esta ocasión le habría gustado pedir "salud para todos y que esto acabe y dentro de poco volvamos a la normalidad y a vivir las cosas como se debe".

El habito de Begoña es en blanco y negro y su capirote negro. El capirote de Luis es granate y el hábito en tonos marfil. Ambos, como el resto de los hábitos de los cofrades que hay en Bilbao, están guardados pero esperan que el próximo año puedan sonar con fuerza en la villa.

Datos

Cofrades

Mil. En Bilbao hay en torno a 1.000 o 1.200 cofrades que pertenecen a nueve cofradías diferentes. Las edades van de los 7 a los 90 años aunque hay quien se siente cofrade al nacer.

240

El hábito. El hábito de un cofrade con su capirote viene a costar en torno a los 240 euros aunque hay cofradías en las que se subvencionan gracias a las cuotas de los cofrades y en esos casos pueden pagar alrededor de los 90 euros

Procesiones

Por cofradías. Los cofrades de las nueve cofradías que tiene Bilbao participan en todas las procesiones. Cada cofradía se encarga de organizar las procesiones de un día.

Mañana

Parroquia San José. La Cofradía del Apóstol Santiago de Bilbao ha organizado para mañana sábado en la Parroquia de San José, su sede canónica, un acto oracional en homenaje a María Santísima de la Esperanza.

"Pediría salud para todos y que esto acabe y podamos volver a la normalidad"

Cofradía de Begoña (19 años)

"Ha sido una decepción pero esperamos volver con más esplendor el próximo año"

Cofradía Escuelas Pías (53 años)