Bilbao va a instalar en diferentes puntos de la ciudad lo que el concejal de Movilidad, Alfonso Gil, ha denominado radares pedagógicos. Se trata de un sistema de radar que controla la velocidad por la que un vehículo pasa por una vía y le advierte en el caso de que supere la velocidad permitida, pero ni saca foto ni sanciona.

Gil ha dicho en la comparecencia para explicar el presupuesto de su área que se van a destinar 200.000 euros para esta adquisición y aunque no ha precisado cuántos ni en qué puntos se van a colocar sí ha puesto como ejemplo el tramo de Alameda Urquijo entre la Gran Vía y la plaza Arriquibar, donde ya han detectado que los vehículos circulan a mayor velocidad de la permitida.

Este será un primer paso. Si los datos que va recogiendo el radar apuntan a una reincidencia en una vía entonces habrá que pasar al sistema de la sanción. "No queremos una ciudad sin coches, queremos una ciudad sin humos, ni ruidos", ha dicho Alfonso Gil que además ha añadido que "los ciudadanos son los mejores radares porque son los que nos indican en qué puntos no se respetan los límites de velocidad".

Para los grupos de la oposición esta es din duda una medida mucho efectiva que los radares tradicionales. El concejal del PP, Carlos David, ha sugerido que se implanten también en zonas de paso de colegios.

Bilbao es la primera ciudad de Europa, de características similares con una velocidad a 30 kilómetros por hora en todas sus vías y según ha dicho Gil siguen siendo ejemplo y exponiendo esta transformación en muchos foros.