La concejala de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Bilbao, Amaia Arregi, aseguró ayer que en la actualidad “no hay constancia” ni para la Policía Municipal ni para la Ertzaintza de que existan “mafias dedicadas a la okupación de viviendas” ni en Bilbao ni en Euskadi. “Lo decimos con rotundidad”, aseguró. Sin embargo, como medida de prevención, indicó que el área de Viviendas Municipales está instalando “puertas antiokupación” en viviendas y lonjas de Otxarkoaga.

Arregi compareció ayer en una comisión municipal a petición del Partido Popular, ya que el concejal Carlos García considera que la responsable de Seguridad Ciudadana “niega la evidencia”, porque “en Bilbao están okupando viviendas por la fuerza grupos organizados de personas”. García destacó que esta situación “preocupa a miles de bilbaínos”. Arregi le inquirió que si el PP “tiene información sobre la existencia de esas mafias que las denuncie”, pero insistió en que “no existe en la actualidad ningún hecho ni circunstancia constatable que permita hacer dicha afirmación”. Además, indicó que no hay constancia de ese problema “si se entiende que esas mafias son grupos criminales organizados y violentos dedicados a la okupación de bienes inmuebles, ya sean lonjas o viviendas, para obtener beneficios económicos por medio de la extorsión a los legítimos propietarios de los inmuebles ocupados a cambio de marcharse de los mismos”. El concejal del PP recordó las manifestaciones vecinales en Bilbao en contra de okupaciones de vivienda, y consideró que con este problema no se habla de “jipis alegres y divertidos que se meten en una casa abandonada”, sino de “gente profesional de la okupación que se las saben todas, las normas y las leyes”.

Labor preventiva

Arregi defendió la labor “preventiva” que se lleva a cabo en Bilbao por medio de talleres de seguridad y equipos de gestión de conflictos, que ha dado “muy buenos resultados”, como en Zorrotza, donde “ante la primera sospecha encaminada a la okupación de una vivienda vacía”, los vecinos lo pusieron en conocimiento de la Policía Municipal y lograron “evitar okupaciones”.

Por su parte, el teniente de alcalde, Alfonso Gil, destacó que, aunque este problema no supone una “alarma” para Euskadi, es necesario que el Congreso “haga los deberes” para “acabar con un problema que puede ser endémico o fácilmente resoluble”.