Ha quedado muy espacioso y es una zona perfecta para ver qué hacen en la isla de Zorrotzaurre", opinaba ayer Germán Urkiza paraguas en mano. No había pasado ni una hora desde que los operarios retiraran las vallas que hasta ayer por la mañana impedían estrenar el paseo ribereño de la margen derecha del canal de Deusto. Un nuevo espacio urbano de dos kilómetros de longitud y anchura variable, según la zona, que se prolonga entre el puente Frank O. Gehry y el barrio de Elorrieta recorriendo toda la margen derecha de la apertura artificial de la ría.

Un paseo con el que los vecinos de los barrios adyacentes de Deusto, Ibarekolanda y San Ignacio han descubierto su conexión con el cauce marítimo antes tapiada por un gran muro que delimitaba la actividad portuaria. Y la sorpresa ha sido mayúscula para todos los que, a pesar de lo desapacible del tiempo, se lanzaron ayer a explorar los detalles del paseo.

Ángela Hernández empujaba su carro de la compra en el tramo cercano a Elorrieta. "Me han dicho que ya lo han abierto y he venido después de ir al súper", explicaba. Lo que más le gustaba era "lo ancho del paseo" y lo que menos "este piso de cemento tan rugoso" colocado a posta en un afán de reciclaje y ecología. Fermín de la Hera y José Abetxuko, ambos vecinos de San Ignacio y jubilados, coincidían delante de uno de los elementos más novedosos del recorrido, los dos solariums construidos en la orilla misma del canal. Para el primero "ha quedado muy bien hecho", aunque se mostraba un poco reticente "sobre las inundaciones que puede haber, sobre todo, por cómo están levantado el nivel de la isla de enfrente". José, con su perro Saggi a su vera, le rebatía diciendo que "esto tiene que estar pensado porque han tenido dos años de obras" recuerda como buen controller del tajo.

Tan pensado que la Junta de Concertación de Zorrotzaurre, el ente publico y privado que ha acometido las obras, ha construido un gran depósito en formato colector que con un sistema de compuertas regularán el exceso de agua.

Aunque no hubo acto político de inauguración al encontrarnos en periodo preelectoral, el alcalde de la villa, Juan Mari Aburto, quiso recorrer parte del itinerario por la mañana. En declaraciones a DEIA indicó que "ofrece un espacio extraordinario, un recorrido para el disfrute, el paseo, la estancia y para que la ría siga ganando protagonismo en la villa".

A dos niveles Al alcalde lo que más le llamó la atención es "cómo se mueve el paseo en dos niveles", el más elevado para evitar problemas con inundaciones, "la vegetación que se ha sembrado" que es muy variada y repartida, y "esos bancos para que las personas descansen o disfruten leyendo", entre los que destacan las tumbonas de madera para tomar el sol. El alcalde concluyó diciendo que "el paseo significa que no hablamos de la transformación de Bilbao en pasado, sino que es presente y futuro".

Para los próximos meses queda el remate final del trayecto ribereño. Los retrasos en la construcción del segundo puente que une la isla con San Ignacio han impedido acondicionar la zona colindante sita entre el pabellón de remo y la sede la ingeniería Idom.

Desde la Junta de Concertación de Zorrotzaurre, su director, Juan Carlos Sinde estima que "para abril esperamos que nos dejen libre el espacio que ocupan ahora con acopios del puente para luego entrar nosotros y terminar ese tramo para el verano". El proyecto ha diseñado en este punto zonas para juegos infantiles, tres marquesinas cubiertas con una estructura que simula grúas portuarias, áreas verdes y una zona de bancadas para que la gente se tumbe en la hierba que se sembrará.