bilbao - Los buenos datos económicos tienen su reflejo más real y humano en el testimonio de Maider Lobo, una joven de 24 años que lleva desde los 12 afiliada a la ONCE. Su experiencia como agente vendedora fue el relato central de la historia de esta chica con discapacidad que es una de las últimas incorporaciones en Euskadi
Antes de su nuevo puesto ya trabajó en Ilunion como auxiliar de seguridad y en el grupo Inserta realizando labores de contabilidad. El curso de formación que recibió para ser vendedora de cupones, según ella misma comenta, se centra principalmente en la utilización del TPV y en aprender a gestionar el dinero que reciben con sus ventas, uno de los aspectos que más miedo le daba a Maider a la hora de aceptar su paso a la venta de cupones en la calle.
Su primera semana estuvo trabajando en Galdakao, pasó después durante una semana a la plaza Unamuno en Bilbao, donde está situada la primera cabina de venta que hubo en la ciudad y la de más movimiento. Le dijeron que si podía con eso, podía con todo. Y pudo. Ahora trabaja en Uribarri, donde dice que ha “engordado física e interiormente”. Físicamente porque la familiaridad creada con los clientes más habituales les lleva a ofrecerle todos los días algún pintxo o café, convirtiendo en habitual un segundo desayuno al día.
Desde su transparente experiencia Maider anima a todos a lanzarse a la venta. “Te tratan de una maneraespecial”, dice apelando a la confianza que se crea con quien cada día acude a comprar el cupón.
El presidente del consejo territorial, Rafael Ledesma, quiso resaltar la importancia de la presencia de estos agentes de ventas en las calles, por la labor social que supone tanto para los trabajadores, que disponen de un puesto inclusivo y un salario digno, como para los clientes. Muchos de ellos, dice Ledesma, personas mayores cuya única conversación al día es la que tienen con estos trabajadores. Todos ellos les dan vida a los barrios ayudando a crear una sociedad más justa e igualitaria.
Con esta actividad, la venta de productos de azar, es con la que más beneficios recibe la organización y, en consecuencia, es la que más personas emplea. A falta de tres sorteos extraordinarios, el de agosto, el del 11 de noviembre y el de Navidad, en los que el aumento de la facturación es notable, han pronosticado un crecimiento de entre un 1% y un 2% para este ejercicio. En los próximos meses tienen el reto de reponer los puestos de trabajo de quienes se retiran por jubilación y aumentar la plantilla en Euskadi con, al menos, medio centenar de nuevos vendedores. - Á. Fdez.