Bilbao - Una factoría de la firma sevillana Tecade es el segundo frente de trabajo donde se está construyendo el nuevo puente de Zorrotzaurre. “Hay gente que dice que no se está avanzando en la obra pero es que estamos trabajando en dos sitios a la vez”, reivindica el director de Visesa para avalar la labor que están llevando a cabo los técnicos de la sociedad, la ingeniería Typsa, y los ingenieros Carlos Alonso Cobo y Alberto Pérez Armiño, cuya asistencia técnica ha sido contratada ex profeso.

La razón de tanto apoyo es que Visesa quiere que el primer puente que está construyendo en toda su historia no tenga ni una fisura, ni metafórica, ni real. “Un puente no es cualquier cosa”, asegura Carlos Quindós. Por eso se efectúa un seguimiento constante de la creación de las piezas de acero al carbono que se lleva a cabo en Sevilla.

Todo un tetris compuesto por decenas de piezas de distinto peso, tamaño y forma que Tecade está acometiendo en una de sus cuatro líneas de producción en exclusiva con turnos de trabajo de 24 horas.

El acopio de los componentes ya es evidente en los almacenes de la factoría y se esperará a tener todos fabricados para enviarlos a Bilbao. La carretera y transportes especiales ha sido la fórmula escogida para un traslado que ya está cerrado y tendrá lugar en el mes de septiembre. En concreto se organizará un porte especial de 40 metros de largo que entra en los 3,5 metros de ancho de los carriles de las carreteras y que transportará los dos arcos que marcarán la estilizada figura del viaducto. Después se movilizarán otros dos tráileres de ancho ordinario y de 20 metros de longitud con los arranques y nervios del puente; y el grueso del acarreo lo protagonizarán otros ocho camiones, estos con una anchura extraordinaria de cuatro metros, y veinte de largo para las diferentes secciones de las vigas longitudinales y transversales. Está por determinar si otra colocación de las piezas en los tráileres requiere un noveno transporte especial.

Quindós explica que “se está preparando al detalle todo el operativo porque son muchos kilómetros desde Sevilla, pero esta empresa tiene ya experiencia en estos transportes especiales”. El responsable de Visesa desvela que también se barajó la posibilidad de montar todo la estructura en la factoría hispalense y trasladarla en una pieza por el mar tras bajar el río Guadalquivir y subir por la ría hasta su lugar de colocación. Sin embargo, finalmente, se descartó el operativo ante el riesgo que podía suponer el traslado vía marítima de una pieza tan grande.

Tras la colocación de la plataforma en su lugar definitivo restarán todavía varios meses de trabajos para certificar que el proyecto está concluido. Además de conectarla a ambas orillas, la estructura tendrá que ser revestida de todos los usos que va a procurar, desde el asfaltado que aguante el tráfico rodado previsto hasta las conducciones y tuberías que se colocarán por debajo del tablero. La última prueba será la de carga, camiones con volquetes llenos, que aseguren que aguantará todo el peso que se le meta más cierto margen de seguridad. - Alberto G. Alonso