CON mucha ilusión y ganas de pasarlo bien. Así se mostraron alrededor de 1.500 escolares para disfrutar de una jornada carnavalera llena de color, música, buen ambiente y hábitos saludables. Disfraces de todo tipo desfilaron por las calles de la villa. Los más pequeños lo hicieron de zanahoria, acelga, uva, cereza, fresa? Sin duda, todo un cóctel de frutas y verduras. “Están dentro de un proyecto para comer más saludable. Lo han hecho ellos y les ha quedado genial. Así conseguimos que coman de todo”, dijo Mónica Hernando, una de las muchas madres que se pudieron ver en el paseíllo, acompañando a sus hijos disfrazada de espantapájaros. “Este disfraz también nos lo han hecho ellos y lo llevamos con mucho orgullo e ilusión”, dijo.

Hacia las 10.00 horas, Jardines de Albia comenzó a albergar a los más pequeños para disfrutar del primer acto programado de estos carnavales acompañados por sus profesores. El ambiente se animó cuando empezó a sonar la música. Fue en ese instante cuando más de uno sacó de su bolsillo el teléfono móvil para inmortalizar el momento. “Nunca había visto este desfile y la verdad es que es muy bonito, porque lo disfrutan con sus compañeros y familiares”, admitió Rosa María Martín que paseaba por la zona y se detuvo al ver a tanta gente.

Media hora más tarde, los centros de enseñanza Artxandape Ikastola, Ave María, Iparragirre Ikastola, Maestro García Rivero y Mujika Eskola al completo, se dirigieron hacia la Gran Vía para llegar a su destino final: la Plaza Nueva. Allí disfrutaron de una gran chocolatada con bizcochos para reponer fuerzas tras el desfile. Pero como no podía ser de otra manera, tampoco pudieron faltar los típicos trajes de indios, mexicanos o vaqueros, entre muchos otros. “Nos gusta mucho el carnaval porque nos juntamos todos los amigos, pero me gustó más el disfraz del año pasado, que fuimos de chinos. Este de mexicano no me entusiasma”, dijo Oier, de Artxandape Ikastola. Pero para gustos, los colores, puesto que todos los años, cada curso de este centro, repiten atuendo. “Lo tenemos todo organizado desde hace años”, admitieron Nekane, Mari José y Pilar, profesoras del colegio.

Otros, en cambio, encantados con su indumentaria, decidieron por un día vivir en la Edad Media. “Hemos pasado un poco de nervios antes de empezar, pero nos gusta mucho el Carnaval”, admitieron Izaro, Naroa y Eider tras el desfile.