En 2010, Etxebarri veía nacer al Club Sincro-Urbarri. Los primeros pasos no resultaron sencillos. Se trataba un deporte minoritario y en el que se necesitan medios y horas para mejorar. Pero hay una palabra que en el diccionario de las personas que forman el club no existe: rendirse, algo que han alejado de su trayectoria como club, y, gracias al esfuerzo y el tesón de entrenadoras, la directiva y, como no, de las nadadoras, el equipo etxebarritarra es hoy una realidad, logrando participaciones en los campeonatos estatales contra los mejores clubes del Estado y a un nivel que cada día se acerca más a las mejores.Todo ello, además, con una carencia de medios significativa en comparación a otras formaciones. Y es que "hay diferencias muy grandes con otros clubes", explica la presidenta, Ana Gómez. Uno de los grandes hándicap a los que se enfrentan son los entrenamientos. En estos momentos, disponen de un espacio que no llega ni a las dos calles, ya que "lo que antes eran dos calles, con la pandemia se ha reducido a una y media, y ahí nos movemos". Por el contrario, "hay clubes con piscina solo para ellas". Aquí "entrenamos unas quince horas a la semana y, otros clubes, treinta". Cuesta dar ese salto "aunque contemos con buenas entrenadoras y nadadoras, lo que también marca la diferencia y para poder estar más cerca de ellas necesitaríamos piscinas, principalmente", indica. A pesar de que "el Ayuntamiento y el polideportivo de Etxebarri nos apoyan mucho, tendría que haber algo más específico en Euskadi". "No pedimos una piscina para nosotras, pero sería bueno contar con un espacio para varios clubes, sobre todo si queremos una Euskal Selekzioa con un nivel competitivo", razona.

Desde que se creara "por la inquietud de varios padres y madres", el club ha cambiado mucho. Se fundó "a raíz del club de natación de Etxebarri y ahora hay nadadoras de toda Bizkaia: de Etxebarri, de Bilbao e incluso vienen desde Gernika". El deporte femenino en Etxebarri "está muy bien, y la sincronizada llega a una esfera más minoritaria, pero estamos contentas y seguimos creciendo".

Preparar entrenadoras

Los últimos resultados invitan a la esperanza, "ya que los grandes clubes cuentan con una puntuación alrededor de los 80 y hemos llegado a 72,6, que está muy bien". Aspiran a "mejorar, seguir trabajando y, sobre todo, mantenernos fieles a nuestros objetivos, ya que en el club lo primero es la formación como personas y como deportistas, y luego la competición, pero sin perder de vista los valores que nos definen como entidad". Para ir logrando los objetivos, una de las claves reside en "aprovechar todo el tiempo que están en piscina" y valorar la labor de las entrenadoras, que "trabajan muchísimo, están estudiando en la Universidad y le dedican cantidad de horas". Además, cuentan con "una entrenadora profesional que vino de Canarias, muy buena, que se está encargando también de formar al resto de preparadoras". Sobre este pilar basan también su crecimiento, el formar a las chicas que han nadado y ahora entrenan, y para ello "están sacándose cursos relacionados con el deporte, de Federación, etc." apostando por "consolidarnos poco a poco y hacer las cosas bien" para lo cual "hay que trabajar con la gente de casa y si queremos que este deporte crezca, necesitamos gente preparada". Para ello, "realizamos un esfuerzo económico en traer a la entrenadora, pero la verdad es que estamos encantadas, porque gracias a ella hemos abierto más el horizonte, pensábamos que habíamos tocado techo y las chicas han mejorado mucho".

Las últimas participaciones han sido en Lloret y en Valladolid, campeonatos "donde las nadadoras del club han competido contra las mejores". Participar en torneos de este tipo "es muy importante, porque se acostumbran a las puntuaciones, ven a otros clubes y, sobre todo, disfrutan muchísimo". "Las niñas acuden felices, una experiencia de ese tipo es una gozada, y han venido súper contentas", destaca Gómez. Han logrado puestos muy meritorios, y "eso nos muestra que estamos creciendo". Y empezar "desde pequeñas es relevante porque después llevan una soltura que se nota, nosotras cogemos a nadadoras a partir de los 5 años". También ponen en valor el apoyo de las familias, "una bendición". Después de unos diez años, ahora forman el club unas setenta niñas, además de las entrenadoras y la junta. De manera sincronizada y dando pequeños pasos, van logrando grandes cosas.

"Aspiramos a mejorar, trabajar y seguir fieles a nuestros valores y objetivos"

Presidenta del Club Sincro-Urbarri