Los túneles de Arantzile y Bengoetxe, el pasadizo de la calle Somera a la plaza Santi Brouard, el muro de plaza Dos de Mayo, la propia plaza Santi Brouard y la escuela municipal de música Máximo Moreno. Son los cinco espacios públicos de Galdakao que han servido de lienzo para la nueva edición del programa de formación y empleo en arte comunitario que ha supuesto la contratación, durante 6 meses a jornada completa, de 10 jóvenes desempleados con especiales dificultades en la búsqueda y acceso a un puesto de trabajo.Para poder realizar las tareas propias del oficio de muralista, las personas participantes recibieron primero un periodo de formación de técnicas específicas para la realización de trazados y efectos visuales, diseño digital (Photoshop e Ilustrator), orientación laboral y prevención en riesgos laborales. Una vez terminada esta fase, llegó el momento más esperado por todos: la ejecución material de las obras pictóricas sobre muros, paredes o fachadas a pie de calle con el objetivo de expresar ideas y transmitir belleza.

Las intervenciones se han llevado a cabo en lugares públicos propuestos por responsables municipales, y ha sido el grupo de participantes, junto con el artista Jose Ramón Bañales, Bada, con más de tres décadas de trayectoria en intervenciones artísticas comunitarias, los que propusieron los diseños para cada ubicación.

En todos los casos, el denominador común ha sido embellecer y cambiar la percepción de la ciudadanía de algunos de los espacios más hostiles existentes en distintos puntos y zonas del municipio de Galdakao.

"El objetivo de este programa ha sido mejorar la estética del entorno urbano realizando varias intervenciones ambientales y decorativas, tratando de mejorar la imagen de algunos enclaves estratégicos de la localidad. También con estos revestimientos artísticos se pretende transmitir distintas sensaciones a la ciudadanía", explican al respecto fuentes del Consistorio.

La elección para esta tercera edición del proyecto de arte urbano de los túneles de Arantzile y Bengoetxe ha estado motivada por ser dos zonas del pueblo muy transitadas, pero que se encontraban degradadas por su deterioro estético y su poca visibilidad, llegando a generar sensación de desconfianza e inseguridad a la ciudadanía que transita por los pasadizos. Con las creaciones diseñadas para estos dos espacios "se ha aportado luz y color, utilizando para ello temáticas que invitan a desconectar y relajarse", explican. En concreto, el túnel de Arantzile ha sido decorado con motivos de cascadas que enlaza con el paisaje en el que se encuentra esta infraestructura, es decir, la presa y la anexa zona de esparcimiento. En el túnel de Bengoetxe, por su parte, se ha optado por un fondo marino que permite adentrarse en el océano sin salir de Galdakao y que acompaña a los viandantes a lo largo de todo su recorrido.

En cuanto al pasadizo de la calle Somera a la plaza Santi Brouard, se encuentra localizado en una zona de Galdakao de mucho tránsito peatonal y habitual para salir de poteo, pero estaba algo deteriorado y lleno de pinturas. La intervención muralista realizada en este espacio ha consistido en un trabajo de geometría con un sistema de triangulaciones a color, con tonalidades vivas que iluminan esta zona de paso. El propósito ha sido conseguir "una perspectiva más fantástica del espacio", precisan.

Otra de las acciones se ha llevado a cabo en el amplio y largo muro de contención que existe en la plaza Dos de Mayo. Con el paso del tiempo, su imagen se ha ido degradando a causa de las humedades y la aparición de vegetación. El lavado de cara pictórico se sustenta en un fondo de tonos verdes y azules difuminados que se extiende por todo el recorrido del muro y sobre el que se han plasmado diversos ejemplares de aves autóctonas.

La creación artística abordada en la plaza Santi Brouard ha tenido como base la fachada de la sede del equipo de baloncesto Ibaizabal donde los participantes en el programa de formación y empleo han recreado un fondo paisajista pixelado. Y quizá, una de las intervenciones más llamativas de las llevadas a cabo en estos últimos seis meses ha sido la realizada en la escuela municipal de música Máximo Moreno y que ha sido la "continuación del proyecto artístico del año anterior". En concreto, en 2020 se acometió la renovación de la fachada principal con motivos alusivos al mundo sonoro, ya que es la actividad docente que se imparte en el centro. En esta ocasión, las labores se han extendido por la parte posterior del edificio, con un juego de geometría y colores, con motivos figurativos y realistas que eluden a la práctica musical a través de instrumentos como la guitarra y la flauta, además de unos altavoces.

Tres ediciones

La primera experiencia de inserción sociolaboral a través del muralismo tuvo lugar entre febrero y junio de 2019 con las intervenciones efectuadas en el pasadizo Errekalde Bidea, las escaleras de Zubiaurretaren kalea y en los suelos de la zona infantil de Urreta kalea donde se pintaron juegos gigantes. En 2020 se actuó en una pared de la calle Lapurdi que estaba comida por la oscuridad, en el gris túnel de Bekea, en la zona de Gorosibai del barrio de Usansolo, en una de las fachadas de escuela de música de Galdakao y el muro de la zona de los bomberos.

Cada vez son más los lugares y espacios públicos de Galdakao que lucen una nueva cara que hace, si cabe, más agradable la vida y el tránsito por el casco urbano y los barrios de la localidad. Y es que son murales invitan a sentir a través de diversos y variados dibujos de grandes dimensiones que colorean el municipio de valores.

Las diez contrataciones a jornada completa que se han materializado en este último programa de formación y empleo en arte comunitario han sido realizadas por el Ayuntamiento de Galdakao a través de Behargintza y gracias a la subvención concedida en parte por Lanbide (Departamento de Empleo del Gobierno vasco). Su organización y desarrollo ha sido gestionado por la cooperativa Gaztaroa Sartu, entidad sin ánimo de lucro de iniciativa social, que trabaja en el ámbito de la intervención social y laboral.

Además, y con el objetivo de documentar las actuaciones realizadas en el municipio, la evolución y el desarrollo de los trabajos pictóricos se ha ido contando a través de los canales habitados para el proyecto en Instagram y Facebook.