Aunque la situación sanitaria condicione del todo las celebraciones navideñas de este año, 2020 ha permitido a muchas personas sacar a relucir el lado más solidario. Sin ir más lejos, la noche del 20 de diciembre la ciudadanía de Etxebarri pudo ver cómo más de 1.000 balcones del municipio se iluminaron con un fin benéfico: recaudar dinero para la compra de una silla ortopédica para Aingeru, un txiki etxebarritarra de cuatro años que sufre una parálisis cerebral.

El Ayuntamiento propuso a sus vecinos y vecinas iluminar y decorar sus balcones con motivos navideños para dar color y alegría a las calles del pueblo en estas fechas tan señaladas y, asimismo, el Consistorio haría un donativo de cinco euros por balcón para una causa solidaria, en este caso, la de ayudar a Aingeru.

"En estas navidades diferentes era necesario plantear acciones distintas y una oportunidad para celebrar unas fiestas en las que el compartir, el amor y la solidaridad fueran los verdaderos protagonistas", explicaba Loren Oliva, alcalde de Etxebarri. Una vez iluminados todos los balcones, el Ayuntamiento contabilizó un total de 1.026 participantes, casi el 25% de las viviendas del municipio. Un dato que superó todas la expectativas y supuso un donativo total de 4.000 euros, superando en más de 1.000 el coste de la silla que el pequeño etxebarritarra necesitará en breve.

La respuesta de la ciudadanía de Etxebarri no ha dejado a nadie indiferente. Una vez conocida la llamativa cantidad de balcones iluminados, la familia de Aingeru quedó impactada, pese a que esperaban que sus vecinos y vecinas respondieran. "Nos llamaron para contarnos lo que estaba pasando y la verdad es que me quedé en shock y acto seguido comencé a llorar. Es cierto que Aingeru es muy conocido en el pueblo, pero no esperábamos que tanta gente se apuntara a la iniciativa. Es muy reconfortante afrontar el futuro sin tener que preocuparse por el coste de una silla ortopédica que pronto necesitará mi hijo. Estamos realmente agradecidos al apoyo de la gente", explicaba emocionada Zuriñe Villaverde, madre de Aingeru.

Esta no ha sido la primera vez en la que la ciudadanía de Etxebarri ha respondido ante las necesidades del joven etxebarritarra, ya que han sido varios los actos benéficos llevados a cabo hasta el momento. Por ello, la familia de Aingeru encuentra un apoyo muy importante en sus vecinos y vecinas:

"Es realmente emocionante ver cómo la geste responde ante este tipo de situaciones. De hecho, un primo mío, de tan solo doce años, me llamó el domingo para decirme que un niño de cuatro años ha conseguido unir a todo un pueblo. Gracias a cosas como estas, sabemos que cuando Aingeru necesite algo, Etxebarri siempre estará ahí".