Iker Ugarte

Basauri - Cuando se ponen a recordar los comienzos de la Cofradía de San Martín de Finaga, en Basauri, Luis Gandul y Ángel Mari Aranbarri cuentan que, "como muchas cosas, fue algo que comenzó en un bar, mientras tomábamos unos potes". Y es que estos basauritarras recuerdan que allá por 1989 "nos encontrábamos organizando una excursión a Zollo, donde celebran la festividad de San Martín".

Entonces, un amigo les espetó que "mucho San Martín pero vosotros tenéis una ermita a la que no le habéis hecho ni caso". Aquel comentario les hizo pensar y darse cuenta de que "era verdad, y como si de una apuesta se tratase, le comenzamos a dar vueltas al tema". La idea entonces fue comenzar a trabajar -"no sabíamos ni cómo"- para dar los primeros pasos en la recuperación de la ermita de San Martín de Finaga.

Sabían que un vecino de la zona, José Izagirre, "guardaba la imagen del santo en su casa desde hacía muchos años". Uno de esos días, y con el proyecto aún muy verde, "otra vez en un bar y tomando algo nos vinimos arriba y firmamos una especie de documento en el que nos comprometíamos a recuperar la ermita". Y dicho y hecho. Fue entonces cuando se pusieron en contacto con Josean de Diego, "que por aquel entonces era concejal y se tomó la idea muy en serio, le apasionó desde el principio". Fue él "quien hizo posible que la recuperación del edificio fuera una realidad".

Se comienza entonces un proceso de recuperación y se compran los terrenos adyacentes a la ermita. Tras llevar a cabo los trabajos necesarios, "se inaugura en 1995, y entre tanto se encuentras restos de gran importancia, lo cual da aún más valor a la ermita y a esta zona del municipio", indican. Una vez restaurado lo más importante, "la ermita", tocaba dar el siguiente paso, que en el caso de los protagonistas citados arriba, fue "crear una cofradía de una manera seria, que tuviese un recorrido". Redactan incluso unos estatutos que se basan en los de la Cofradía de Santa Teodosia.

"Lo más difícil ya estaba hecho", recuerdan. Se marcaron varios objetivos como cofradía; por un lado, "queríamos que la ermita se mantuviera en perfectas condiciones". Pero por otro, se plantearon ir más allá y "recuperar ciertas fiestas que se hacían en los entornos rurales, también en Basauri". Por tanto querían poner en valor celebraciones tradicionales.

En su caso, cómo no, la festividad en honor a San Martín. Además, "decidimos recuperar las rogativas que solían hacerse para bendecir los campos". Esas son las dos citas principales que la Cofradía de San Martín de Finaga lleva a cabo cada año en el municipio. En lo que respecta a las rogativas, suelen celebrarlas con una misa, la bendición de los campos y como no podía ser de otra manera, "repartiendo vino, sidra, queso, danzas para después disfrutar de una comida popular".

La fiesta con mayúsculas para las y los cofrades de San Martín de Finaga es la festividad del Santo, en la que además de la misa, la romería cuenta con reparto de castañas asadas y la posterior alubiada, en la que "nos juntamos más de 100 personas".

Pero además de esas dos celebraciones, que serían los actos "más protocolarios", desde la Cofradía "siempre hemos intentado hacer más cosas, ser un grupo que también organice actos para que disfrutemos los cofrades". Así, tal y como explican, "el propio Josean de Diego, desde que fue presidente intentó unir a la Cofradía con varias excursiones al año".

En su momento, "llegamos a hacer varias salidas de días, pero con los años hemos decidido hacer excursiones de día o como mucho pasar una noche fuera". Como aseguran Gandul y Aranbarri, "las excursiones tienen mucho éxito". Por ejemplo suelen acudir al Baztandarren Biltzarra en Elizondo, a los carnavales de Tolosa, a la fiesta del Tributo de las tres vacas, etc. Pero sin duda, la excursión que año tras año "es la que más éxito tiene, ya que llenamos por lo menos un autobús", es la de la Fiesta de la Vendimia.

Desde la Cofradía de San Martín de Finaga, que cuenta con 185 personas socias, aseguran que su idea "es seguir adelante y aguantar hasta que podamos", pero sí ven la necesidad de que "otras personas cojan el mando y que haya un relevo generacional, porque si no esto, como tantas otras cosas, acabará desapareciendo".