El 19 de noviembre recibí una llamada de un teléfono desconocido y una voz masculina me dijo que querían estar conmigo él y un amigo para mostrarme un libro de montaña que acababan de publicar. Enseguida pensé que sería para que diera cuenta del mismo en esta sección, que este año ha publicado cinco páginas de otros tantos libros nuevos montañeros.

Sin preguntarle más nos citamos cinco días después en el Batzoki de Erandio Goikoa. Fue una conversación de hora y media en la que me explicaron al detalle la génesis del trabajo. Sus dos protagonistas son; Sabin Aresti Urrutia, socio del Baskonia Mendi Taldea desde 1969 y oriundo del lugar donde hemos quedado, y Joserra Martínez Rekalde, santurtziarra, socio del Ganerantz de Portugalete.

Curiosidades de la vida ambos me conocían. Uno porque estuvo conmigo en la presentación del libro de Norberto Martínez en Basauri (publicado en Historias Montañeras el 12 de octubre) y el otro al ser trabajador jubilado de Deia durante 36 años y que su mesa de trabajo estaba anexa a la de Begoña Gastañaga, secretaria de dirección, gran amiga del que esto escribe. Como podéis imaginar, el diálogo desde el minuto 1 fue directo y familiar.

Han presentado el libro, cuyo título es el de este artículo, en el Aula de Cultura del Ayuntamiento de Erandio (en Goikoa), y en la ermita de San Miguel de Lauros. El trabajo de campo lo hicieron hace 11 años, entonces había 112 pueblos en Bizkaia, ahora uno más. Por Usansolo pasaron en la ruta desde Galdakao a Ugao, anticipándose a su independencia.

59 etapas de recorrido. Seguidas, sin volver ni pasar nunca por el mismo lugar. Con la obligación de tocar el Ayuntamiento y la iglesia parroquial de cada pueblo. Pero antes de estas marchas de montaña hicieron otra experiencia que creo fue el acicate de este trabajo. Acaso el germen. Desde los 18 municipios que limitan con otras provincias, o con la mar, fueron a Bilbao en 50 etapas. Siempre se han movido en Bizkaibus y tren.

Estampa navideña.

Volvamos al libro. Empiezan a andar desde el Ayuntamiento de Bilbao y terminan en Lanestosa. Interesante es que en los textos de cada etapa anotan datos históricos de cada pueblo. Véase la localización de casas torre, ermitas, puentes y otros elementos ajuar del paisaje.

Sabin es un erudito en la geografía de su provincia, algo por demás, no le pude coger en ningún renuncio, -y mira que lo intenté-, que yo también conozco los 113 municipios y que hace 20 años hice un trabajo al respecto.

El libro es una excusa perfecta para conocer mejor Bizkaia, yendo por monte, que ese es el objetivo, siempre por cordales y cumbres. En cada etapa tenían que pasar por varias cimas obligatoriamente. Los vascos somos mucho de buzones alpinos.

Joserra, Sabin e Iñaki en la cita en el Batzoki de Erandio Goikoa.

Si alguien quiere adquirir un ejemplar, todavía Elkar no los ha distribuido en sus librerías, creo será tras las navidades, siempre tenéis mi contacto y os lo puedo conseguir (udiarraga@hotmail.com). Han tenido algo de ayuda económica de Bizkaiko Foru Aldundia pero en sí han financiado la edición ellos mismos. Una vez que consigan ponerlos a la venta y con suerte amortizarlos, todo, incluido su participación económica, irá para una asociación sin ánimo de lucro. Eso les honra.

En cada capítulo hay un mapa a página entera con la ruta, horarios, distancias, lugares de interés por donde pasaron y pequeñitas fotos de los sitios más destacados arquitectónicamente hablando. Joseba Aresti Llona, hijo de Sabin, ha sido el artista que ha dibujado los mapas. Son 60, dado que en la ruta de Forua a Bermeo, siendo tan larga, no les daba con una página y tuvieron que ser cuatro. Los textos documentales, así como las fotografías, son de Joserra Martínez, un buen trabajo del extrabajador de Deia.

Ambos autores del libro posando con el Lehendakari Agirre que mi amigo Rive dibujó. I. G. U.

Nunca utilizaron ni GPS ni mapa alguno, Sabin es un fenómeno conocedor de todos los rincones de la montaña de Bizkaia y él llevaba al grupo de unos cuantos montañeros que se iban sumando en cada salida. Me dicen que si se apoyaron mucho en los senderos balizados de GRs y PRs.

¿Y cómo llegasteis a la ciudad si es un enclave bizkaino? Pues sin duda que para ir a Orduña cruzamos un buen rato montañas por Araba, siempre por cordales y por monte.

El libro tiene 200 páginas, impreso a color, formato un poco mayor que DIN A5 y nos ofrece los datos que recorrieron 929 km, siendo la cima más baja que hicieron la de Gane (136 m), y la más alta la del Kolitza (879 m). El promedio fue de 3,270 m/h..