El Patronato decidirá hoy si aparca o sigue adelante con el Guggenheim Urdaibai

El Patronato del Guggenheim Bilbao se dio un plazo de dos años para decidir si se aparca o sigue adelante el Guggenheim Urdaibai. Y este plazo concluye hoy, 16 de diciembre, cuando el máximo órgano de gobierno de la Fundación tenga que tomar la decisión en la reunión que mantendrá en el museo bilbaino a partir de las 17 horas.

El Patronato, presidido por el lehendakari del Gobierno Vasco, está compuesto por representantes de los Patronos Fundadores –Gobierno Vasco, Diputación de Bizkaia y The Solomon R. Guggenheim Foundation–, así como por los patronos no fundadores, 17 empresas e instituciones. Se tratarán varios órdenes del día, entre ellas la aprobación de la programación artística de 2026, pero será, sin duda, la viabilidad del Guggenheim Urdaibai la que acapare el mayor protagonismo del encuentro.

La decisión se dará a conocer poco después a los medios de comunicación al finalizar la reunión, en una rueda de prensa en el propio museo.

Trabas complejas

Las instituciones vascas siguen estando convencidas de que el proyecto está llamado a convertirse en un motor para la comarca y para todo Bizkaia, creando 700 empleos y generando un retorno económico de 39 millones de euros al año, sin tener que renunciar a la sostenibilidad medioambiental.

De momento, el Ayuntamiento de Murueta ha modificado ya su planeamiento para permitir la construcción y la parcela de Gernika que ocupaba la antigua cubertera Dalia, que se ha derribado y se ha desamiantado el terreno. Permitirá además recuperar 20 hectáreas de marismas en Urdaibai.

Pero el proceso es largo y complejo, por lo que en la reunión se podría tomar la decisión de aparcarlo hasta solucionar las trabas administrativas que se están produciendo en el proceso o dar carpetazo a la posible ampliación en Urdaibai.

Hace tan solo unos meses el presidente del BBB del PNV, Iñigo Ansola, reconocía que existían “trabas importantes” para desarrollar este proyecto y que el panorama “no estaba despejado”, aunque recordaba que la decisión final sería del Patronato.

Ansola informó que al analizar la idoneidad del proyecto y la posibilidad de implantarlo en las ubicaciones previstas, se encontraron con “muchísimas trabas administrativas”. “Y aparte de esas trabas administrativas también estamos hablando de que hay un astillero implantado en Murueta, estamos en zona de servidumbre marítima y hay una serie de cuestiones que hay que solventar y estas trabas son importantes”, añadía.

La diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, advertía en septiembre que “si los trámites y estudios previos que se están realizando determinan que no es viable, el proyecto quedará paralizado”.

La máxima responsable foral recordaba también hace unos meses que la iniciativa para construir dos sedes de la pinacoteca en Gernika y Murueta requiere de “muchos trámites administrativos, incluidos contenciosos” para saber si es o no viable, así como numerosos pasos previos. “Antes de dar luz verde definitiva al proyecto es necesario comprobar su viabilidad, atendiendo a las bases sobre las que está concebido. Desarrollar este proyecto requiere de una larga serie de cuestiones previas: actuaciones de recuperación ambiental tanto en Gernika como en Murueta, tramitación urbanística, definición del proyecto cultural y profundizar en el conocimiento del sentir de la ciudadanía de Busturialdea”.

En este sentido, y pese a que señaló que en estos dos años “hemos profundizado en la viabilidad”, también han surgido nuevos elementos que afectan a la misma. Entre ellas, Etxanobe citó las demandas judiciales presentadas contra la resolución de la Dirección General de Costas de rectificación de la línea de servidumbre en la parcela del astillero, ante las que es “imposible” determinar cuándo se resolverán. Pero también los trabajos de descontaminación, que serán “costosos y especialmente complejos” en Gernika, “ya que hay que limpiar el acuífero”, y la tramitación urbanística para recalificar los suelos industriales para su aprovechamiento cultural, “un procedimiento largo debido a los plazos establecidos”.

Todos esos elementos, advirtió la diputada general, no son “concluyentes” pero sí “condicionan que el Guggenheim Urdaibai sea viable en un horizonte temporal de corto y medio plazo. Todo eso será tenido en cuenta en esa reflexión a la que nos hemos encomendado las instituciones que impulsamos el proyecto”.

Durante estos meses, la Diputación de Bizkaia, junto al Gobierno vasco, han impulsado también un proceso de escucha en torno a este proyecto, liderado por Agirre Lehendakaria Center (ALC). Aunque está todavía sin concluir, un avance preliminar constata que no hay una oposición frontal a la posibilidad de desarrollar nuevas infraestructuras culturales en la comarca. Sin embargo, la ubicación en Murueta genera rechazo de manera transversal en diferentes perfiles y se ha convertido en un punto de fricción simbólica, cargado de valores ambientales, históricos y emocionales para la comunidad”.

El  anteproyecto original prevé ubicar en Gernika, en la antigua fábrica de Dalia ya derribada, la puerta de entrada del proyecto museístico con un edificio de 2.500 metros cuadrados en una parcela total de 20.286 metros cuadrados, destinados a actividades educativas y de investigación.

En Murueta se construiría otro edificio integrado en el paisaje, con galerías expositivas, exposiciones temporales y espacios gastronómicos, en una superficie total de 41.389 metros cuadrados, donde se levantaría un edificio de 3.700 metros cuadrados en los terrenos que en la actualidad ocupan los astilleros.

Proyecto

En 2008. En 2008 la Diputación, con el diputado general de Bizkaia entonces José Luis Bilbao, apoyó ubicar otro Guggenheim en Urdaibai, concretamente, en en las antiguas colonias de Sukarrieta de la BBK: El proyecto quedó aparcado con la profundización de la crisis económica.

En 2021. Años más tarde, en 2021 la Diputación que entonces lideraba Unai Rementeria reactivó la idea de fusionar medio ambiente y arte con una ampliación del Guggenheim en Urdaibai. Se contemplan dos sedes, una en Gernika y otra en Murueta.