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El recrecido parcial de andenes en la línea ferroviaria C3 comenzará por Orduña y Abando

Es la solución acordada por Gobierno vasco, Renfe y Adif para solucionar los problemas de accesibilidad causados por la diferencia de nivel entre andén y tren

El recrecido parcial de andenes en la línea ferroviaria C3 comenzará por Orduña y AbandoBorja Guerrero

La histórica reivindicación de accesibilidad universal en la línea ferroviaria de cercanías C3 que conecta Bilbao con la ciudad de Orduña está más cerca de hacerse realidad. Gobierno vasco, Renfe y Adif van a afrontar de manera conjunta la solución a la problemática tal y como ha anunciado, este martes, la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca, que ha precisado que la intervención planificada se centrará en “mejorar la accesibilidad en la interfaz andén-tren”.

En la actualidad, la existencia de varios peldaños desde el anden hasta el vagón dificulta el acceso a este servicio ferroviario de cercanías a personas con movilidad reducida, una situación que ha generado numerosas quejas, recogida de firmas, protestas en las estaciones más afectadas e, incluso, manifestaciones en las calles de Bilbao.

Muchas de esas acciones han estado lideradas por María Luisa Goikoetxea, vecina de Orduña con movilidad reducida a causa de las secuelas de un ictus y que lleva desde 2015 luchando para la adaptación de las estaciones de la línea C3 y de los trenes que realizan este recorrido con el objetivo de que personas con dificultades, en silla de ruedas, u otro tipo de vehículo ligero adaptado, puedan subir y bajar de los vagones. De hecho, desde 2018 es la única usuaria de este servicio ferroviario beneficiaria de una prueba piloto consistente en un sistema de rampas manuales para facilitan su acceso al tren en un scooter eléctrico. Sin embargo, esa posibilidad no se ha extendido a otros afectados y salvar la distancia entre anden y vagón se hace imposible para muchos de ellos.

Recrecidos parciales

Para subsanar esta deficiencia, la actuación consistirá en la creación de recrecidos parciales en espacios concretos de los andenes, para situar estos puntos a la misma cota que las puertas de acceso a los trenes y salvar así la altura existente en la actualidad en la C3.

La consejera ha detallado, durante la explicación de la iniciativa, que desde primavera Euskal Trenbide Sarea (ETS), ente público del Gobierno Vasco encargado de las infraestructuras ferroviarias de la red propiedad del Ejecutivo autonómico, y ADIF, administrador estatal propietario de la infraestructura de la C3, han estado diseñando en colaboración el nuevo sistema para hacerlo posible.

Entre las tres partes, se han analizado y descartado otras opciones, como la retirada de trenes para incorporar coches accesibles –por la afección al servicio que supondría- o la creación de un sistema de acompañamiento –porque podría dejar fuera del mismo a personas que no estén entre los colectivos identificados-. 

Primero en Orduña y Abando

La solución elegida será testada inicialmente en las estaciones de inicio y fin de la línea –Orduña y Abando– y la intervención en los andenes se realizará en el primer trimestre del próximo año. Ambas experiencias piloto permitirán “testar físicamente su funcionamiento y optimizarlo, a partir de ahí, si la prueba resulta satisfactoria y útil para los colectivos afectados, analizaremos el resto de estaciones de la C3 y sus características para intentar extender el sistema y ampliarlo si es posible a toda la línea”, declaró la consejera de cara a una segunda fase de este plan. Y si “en el camino encontramos otras respuestas más ágiles, las pondremos encima de la mesa y analizaremos”´añadió.

La máxima responsable de transportes en Euskadi ha resaltado que la falta de accesibilidad en la C3 es una cuestión que “nos ha preocupado y ocupado desde antes incluso de que se nos transfiriera el servicio”. El propio acuerdo de la transferencia establece el compromiso de Renfe de sustituir los trenes más antiguos por otros más modernos con un coche central al nivel del andén, ha recordado la consejera, “pero desde el principio teníamos claro que no podíamos resignarnos a esperar la llegada de los trenes y que debíamos actuar antes”.