La memoria y la paz se han convertido en protagonistas esta mañana en Gernika-Lumo con la visita del embajador del Reino de los Países Bajos, Roel Nieuwenkamp. El diplomático ha sido recibido en el Ayuntamiento por el alcalde, José María Gorroño, en un encuentro que ha querido ir más allá del protocolo y subrayar la vocación de la localidad como espacio de diálogo y entendimiento.

Celebrada a las once de la mañana en el área de Alcaldía, la reunión ha abordado asuntos de interés común, aunque su verdadero peso ha residido en su valor simbólico. “Nuestro municipio sufrió la barbarie de la guerra, y precisamente por eso trabajamos para que su nombre sea sinónimo de paz”, ha destacado Gorroño tras la cita. La visita del diplomático neerlandés ha puesto de relieve la importancia de Gernika-Lumo como espacio de diálogo y como ejemplo de memoria histórica en Europa.

El gesto del alcalde y el embajador estrechando la mano en el corazón de la villa condensa una idea que trasciende fronteras: Gernika-Lumo se presenta como un ejemplo de cómo transformar un pasado doloroso en un legado de reflexión y diplomacia. “Nuestra memoria no es un lastre, sino una guía”, ha añadido Gorroño, reforzando la identidad de la villa como foro histórico permanente de encuentro, diálogo y aprendizaje.