"Los menores con discapacidad intelectual y sus familias van a necesitar apoyo y acompañamiento durante todo el proceso de desarrollo del menor”, explicó la psicóloga Emma Ballús. Según detalló, estos apoyos van a ser “lógicamente” cambiantes, ya que van a variar en “intensidad”
Todo ello, tal y como destacó el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, recordándonos que lo mejor de nuestra sociedad es nuestro capital humano”. Respecto a este caso, y tras recordar que el área de orientación infantojuvenil de Gorabide está dirigido a menores hasta los 18 años y a sus familias, Ballús matizó que “entendemos que las familias son la fuente principal de apoyos, es el contexto natural de referencia donde se desarrolla un menor por lo que es fundamental capacitarles y empoderarles”.
Algunos ejemplos puestos por la psicóloga fueron la capacitación a la hora de acompañar en el tránsito a etapas madurativas más complejas, “como puede ser la adolescencia”, consejos sobre toma de decisiones educativas, apoyo para el afrontamiento de conductas difíciles o situaciones complejas o incluso la orientación para el desarrollo de la autonomía de los hijos. Todo esto sin olvidarse de los menores: “Muchas veces necesitan un apoyo psicoterapéutico para poder hacer frente a dificultades de gestión emocional, relaciones, para poder trabajar su autoestima, etcétera”.
Espacios de coordinación
La psicóloga afirma que los escenarios de coordinación son “fundamentales” para potenciar lo que ofrecen. “Si actuáramos de forma aislada no llegaríamos muy lejos en el acompañamiento a las familias y a los menores”, matizó Ballús, quien, tras recordar los diferentes trabajadores que están implicados en las diferentes labores, expuso que “de lo que se trata es de generar un apoyo integral, que fomente el desarrollo y la calidad de vida y también generar entornos que sean inclusivos y capacitadores en los que este menor se sienta aceptado y promueva su desarrollo”.