Furor digital por la novela ‘La caza del judío’
El thriller del balmasedano Egoitz Martínez asciende al Top 100 de publicaciones más vendidas en la plataforma Amazon
Apasionado del Cid Campeador, implacable y resolutivo, mantiene la cabeza fría en situaciones de riesgo extremo para su vida. Al mismo, Ariel Shemesh es capaz de bromear con un amigo francés al que apoda Virenque, como el eterno líder de la montaña en los Tours de los años noventa, o disfrazarse de repartidor de Amazon para completar una de sus peligrosas misiones. Precisamente, en la plataforma virtual devoran las páginas para acompañar en la vorágine a la que se ve empujado por casualidad al exmilitar que ha creado el escritor de Balmaseda Egoitz Martínez.
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Esta misma semana se ha llevado “una grata sorpresa, me han comunicado que he entrado en el Top 100 de libros de la tienda Kindle, que contará fácilmente con cientos de miles de títulos”. “Las ventas van disparadas, no me lo esperaba”, celebra. El hijo de israelí y española que arrastra un pasado complicado del que desea huir recorriendo el país de su madre y los lugares que pisó su héroe particular ha conquistado a lectores y lectoras tanto que Egoitz ya prepara secuelas, que se publicarán previsiblemente en noviembre de 2025 y mayo ya del próximo año.
Se trata de la segunda novela del fisioterapeuta, que dirige su propio centro en la villa, y se adentró en la literatura “por hobby”. Había escrito artículos relacionados con su actividad profesional y más tarde “me picó la curiosidad por los relatos”. Así, durante años sorprendió a su cuadrilla con “textos que resumían con un toque de humor lo que había ocurrido durante el año”. A raíz de asistir a la presentación del primer libro de su amigo Sergio Pérez, autor de la exitosa trilogía Los hijos de la fe, “él me animó a hacer lo mismo”.
De ese reto personal “con el objetivo de comprobar si podía terminar una novela” surgió Hijos de la estrella, “una fantasía épica tipo Juego de tronos o El señor de los anillos”. Sin ni siquiera presentación pública logró una gran acogida “y la gente me sugirió que siguiera”. Subió un peldaño más, hacia “un thriller de tipo policíaco” que implicaba un proceso de documentación para armar el perfil de un diamante en bruto de los servicios secretos israelíes.
Se sumergió en producciones audiovisuales, “libros, historias reales de militares, operaciones, etc.” para describir con el máximo rigor “cómo trabaja un francotirador, qué calibraciones utiliza...”, aunque a la hora de la verdad “el 90% del material se queda fuera”. No falta “conciencia social” a través del retrato de la trata de blancas, unas élites corruptas sin escrúpulos y la amenaza de la ultraderecha.
Puntos en común
Además, Egoitz ha prestado al protagonista “características mías: la madre de Ariel nació en Palencia y la mía también”. En este sentido, le marcaron los viajes veraniegos al pueblo de sus abuelos, en los que “a la altura de Gijano, en el puerto de Las Mazorras y casi en el destino” divisaba carteles que rezaban: “Burgos, tierras del Cid” que alentaron su curiosidad. “Pensaba: ¡Debía ser el dueño del mundo! Ahí comencé a interesarme por él, he leído desde cómics hasta artículos de investigación”, repasa.
Incorporarlo a la construcción de Ariel Shemesh aportaba “un elemento de originalidad de cómo un militar judío siente pasión por un guerrero cristiano del siglo XI sustentada en la figura materna”, una parte clave que defendió a capa y espada de las editoriales interesadas en publicar el libro que sugerían alterar la trama. Por eso y para no atarse a las obligaciones contractuales que añadirían presión, optó por autogestionarse en Amazon.
Cuando redactó la primera página los ataques de Hamás y la masacre posterior contra la población palestina ya conmocionaban a la comunidad internacional. ¿Valoró que un protagonista israelí pudiera penalizarle? “Lo elegí así sin ninguna intención”, más allá de plasmar “esa mezcla de culturas y porque dicen que el Mossad es uno de los mejores servicios de inteligencia del mundo”.
A juzgar por la recepción que está cosechando, no ha sucedido. Por lo pronto, adelanta que en las futuras entregas “la cara más emocional” de Ariel aflorará en Bilbao tras su encuentro con una cantante internacional y su hija y una serie de relatos más cortos desnudarán episodios clave en su trayectoria vital.