Por voluntad propia, la Diputación Foral de Bizkaia actuará de oficio y procederá a levantar acta notarial del grado de conservación de las viviendas e inmuebles más cercanos a las obras para dejar constancia de su estado de salud antes de que las excavadoras entren al tajo y las microvoladuras (83 a lo largo de esos 6 años) marquen el ritmo exterior e interior de este hito constructivo

En cualquier caso, los responsables del proyecto del subfluvial insisten con respecto a las vibraciones y a sus posibles efectos en las edificaciones, que “no se estiman relevantes, al haberse adoptado en el proyecto unas cargas explosivas bajas, que generan vibraciones también bajas, y admisibles en los edificios del trazado”.

No será la única iniciativa para tratar de minimizar las daños colaterales derivados de la ejecución de esta infraestructura -los tres primeros años serán los más molestos- que aspira a llegar a modificar el patrón de movilidad entre ambas márgenes, “incrementando su interrelación a costa de modificar las rutas o de reducir viajes tanto en el propio vehículo como en otros modos de transporte”, valoraban.

Fachada por fachada

Atendiendo a las necesidades y alegaciones de la ciudadanía, el proyecto de ejecución del túnel bajo la ría incorpora a través de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) actuaciones para mitigar “desde el primer día” las posibles afecciones ocasionadas por el ruido, el polvo o el tránsito de camiones. Y todo ello, “sin que ello impida que se puedan incrementar las medidas durante el transcurso de los trabajos”, han apostillado.

Así las cosas, el proyecto ha sido enriquecido con un “completo estudio acústico” que ha analizado al detalle las posibles afecciones fachada por fachada y teniendo en cuenta la orientación del inmueble, que ayudará a calcular la línea de subvenciones para cambios o refuerzo de ventanas. También habrá paneles fonoabsorbentes “en prácticamente todo el perímetro de la obra” y no se contempla el tránsito de camiones -que siempre deberán llevar el toldo echado en la bañera- por los cascos urbanos salvo contadas excepciones.

Se llevarán a cabo trabajos de integración paisajística en todas las áreas afectadas, a veces incluso de forma simultánea a las obras en sí. También se han adoptado acciones para proteger especies vulnerables como la Linaria supina en el parque de Artaza y el pez espinoso en el arroyo Ballonti entre su desembocadura en la ría de Galindo y las inmediaciones la rotonda de acceso a Portugalete, ilustraban desde el Servicio de Patrimonio Natural de la Diputación, encargado de validar estas medidas.