Miles de jóvenes reciben sus notas de la PAU con el reto de encontrar una universidad donde continuar sus estudios. En muchos casos tienen que marchar de casa y se encuentran con un mercado de la vivienda en precios máximos. Ahí entran las residencias, una alternativa que crece de manera exponencial. En cuatro años han triplicado sus plazas en Bizkaia. "Nosotros siempre llenamos, pero este año se ha reservado todo mucho antes, a estas alturas solo nos quedan 5 plazas libres para el próximo curso", relata Leire Galilea, directora de Resa San Mamés sobre su residencia de 351 plazas.

En el curso 2023/24 la EHU ofertó 8.709 plazas de nuevo ingreso, siendo más del 50% en el campus de Bizkaia. Eso indica que casi 5.000 estudiantes comienzan cada año sus estudios en el territorio sólo en la universidad pública, más aquellos que los realizan en las universidades privadas, en másteres o en otros estudios. La mayoría son del Bilbao metropolitano y pueden cursar sus estudios desde su vivienda familiar. Pero también los hay que vienen desde el resto del país, desde el Estado español o desde Sudamérica o Europa, y necesitan dónde dormir.  

Piso compartido o residencia

El estudiante que aterriza en Bilbao se encuentra principalmente con dos opciones: piso compartido o residencia. En el primer caso, el alquiler medio de una habitación oscila entre 400 y 500 euros. La segunda opción se mueve sobre los 800 euros sin manutención, algo menos en alguna de las residencias públicas o más de los 1.000 en casos de media pensión. Actualmente hay ocho residencias mixtas para estudiantes en Bizkaia, siete en Bilbao y una en Leioa. De las ocho, seis son completamente privadas y tan sólo dos son parcialmente públicas y mantienen colaboración con la EHU: Resa Blas de Otero, en el barrio de San Francisco, y el Colegio Mayor Miguel de Unamuno, en Deusto. Además hay tres residencias religiosas que sólo ofertan plazas para estudiantes femeninas. En total, la oferta de plazas en este tipo de alojamientos supera las 2.000.

"Nosotros siempre agotamos todas las plazas", reitera la directora de Resa San Mamés. "Esta residencia es privada cien por cien, y el proceso de selección es por orden de inscripción, que se suelen abrir en febrero. No hay más criterios, quien reserve primero su plaza, se la adjudica", sigue. "Generalmente son estudiantes de primer y segundo curso, y un 10% son extranjeros. Hay opción de media pensión, de pensión completa o de disponer de cocina en el apartamento. La opción más barata para este curso es una habitación compartida y con media pensión, con un precio de 910 euros al mes. El mismo alquiler pero en habitación individual, que son la gran mayoría de nuestra residencia, sube hasta los 1080 euros", explica Leire Galilea.

Lleno hasta la bandera

Israel Alonso, director del Colegio Mayor Miguel de Unamuno, va por la misma línea. "Nosotros estamos ahora en la fase de selección. El plazo de inscripción acabó el 30 de junio y ahora, el 7 de julio, sacaremos la primera resolución. Tenemos dos criterios de evaluación: la presencia de todas las titulaciones del campus de Bizkaia y que haya un equilibrio, y la nota. En principio en esta primera resolución se van a llenar las 180 plazas entre nuevos ingresos y renovaciones. Tuvimos unas 250 solicitudes", comenta sobre el proceso abierto en su centro, donde los estudiantes que desean continuar en él tienen prioridad siempre sobre los nuevos ingresos.

No obstante, la presencia de los estudiantes tampoco suele extenderse más allá del segundo curso en el colegio mayor. "Normalmente los alumnos están primero y segundo, y luego en el tercer curso se van a un piso compartido", relata. Sobre la procedencia de los estudiantes, las guipuzcoanas y guipuzcoanos son mayoría. "La mayor parte de los estudiantes, casi la mitad, vienen de Gipuzkoa para estudiar grados que no se pueden cursar allí. También tenemos personas de territorios limítrofes como Nafarroa, Araba o La Rioja. No son muchos, pero en nuestro colegio hay estudiantes que vienen de pueblos costeros de Bizkaia como Ondarroa o Lekeitio. Por último hay algún caso de jóvenes que vienen de mucho más lejos como Gran Canaria o Murcia. De la misma manera, tenemos solicitudes de estudiantes de Erasmus y plazas acordadas con la universidad, unas cuatro o cinco, para estudiantes que vienen como refugiados desde Kurdistán, Rusia o Palestina", afirma Alonso.

Sergio Quintana en una etapa de La Vuelta Cedida

Sergio Quintana aterrizó hace cuatro años en Bilbao desde su Logroño natal, y se decantó por una residencia desde el minuto uno. "Yo estuve en residencia los cuatro años de carrera y voy a seguir otro año más mientras hago un máster. En su momento miré pisos y, para pagar 400 o 500 euros y estar con gente que no conoces, prefiero pagar cien euros más y estar yo sólo", cuenta Sergio sobre lo claro que lo tuvo en aquel momento.  "La residencia ayuda a la integración y a hacer amigos. Yo vengo de Logroño y creo que es mejor ir a una residencia porque conoces a gente que está en tus mismas circunstancias", cierra Sergio, graduado en periodismo por la EHU.