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La historia interminable de Gazte Berri Dantza Taldea

Juantxu Larrinaga, uno de los fundadores del grupo de danzas, presenta su libro mañana

La historia interminable de Gazte Berri Dantza TaldeaE. CASTRESANA

Casi coincidiendo con la fecha exacta del 60 aniversario el 29 de junio, mañana día 26 a las 19.00 horas se presenta en la kultur etxea de Sodupe el libro sobre las primeras tres décadas de Gazte Berri Dantza Taldea escrito por uno de sus fundadores, Juantxu Larrinaga. Ayudó a poner en marcha la agrupación todavía en plena dictadura franquista en un periodo de efervescencia cultural en la comarca que también vio nacer, ese mismo año, a Ibai Lorak Dantza Taldea de Zalla.

Zalla, Balmaseda, Sopuerta, La Quadra…” A menudo todos los grupos “nos reuníamos para hacer alardes” y reivindicar así la cultura vasca. Recuerda la actuación en las fiestas de San Pedro de Goikouria que supuso el debut oficial de Gazte Berri antes de presentarse en Zaramillo y las fiestas de San Lorenzo en Sodupe. A partir de ahí “realmente empezamos a albergar aspiraciones” después de un primer intento que no cuajó.

Juantxu Larrinaga tenía “16 ó 17 años” en el momento de iniciar sus estudios en la Escuela de Peritos de Bilbao y entrar en contacto con un universo cultural que se movió “para que nuestras costumbres continuaran” desafiando las prohibiciones del régimen.

Así conoció al grupo de danzas de la iglesia de San Antón. En primavera de 1964 comenzaron a ensayar, pero desistieron en verano antes de retomar en diciembre “ya más en serio” la idea que desembocó en el surgimiento de Gazte Berri con la ayuda “del txistulari de Zalla Juantxu Ezkerra o el investigador de Balmaseda Txomin Etxebarria”. En aquella etapa coincidieron a menudo con otro grupo de danzas de Sodupe con el que acabaron fusionándose.

El servicio militar obligó a Juantxu a realizar un parón que no le impidió retomar el proyecto de Gazte Berri con más entusiasmo. Ya tenía un trabajo que le permitió “comprar un coche con el que nos movíamos bastante”. Incluso “compramos una cámara pequeña de Super 8 para grabar los pasos y la música durante nuestras excursiones por Euskal Herria” y luego reproducirlo en sus coreografías de la manera más fiel posible. Mientras que ahora “todo se encuentra en Internet”, en aquella época aprender podía convertirse en una aventura.

También acudían a bailar “a Donostia al velódromo de Anoeta, junto con otros grupos de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba recién fundada la Federación de Danzas Vascas”. Previamente “habíamos perfeccionado la espatadantza en Garai, Durangaldea”. Observó su intervención, Juan Antonio Urbeltz, “el mejor dantzari y coreógrafo que ha habido, se acercó a nosotros porque no se creía que en Enkarterri bailáramos así, no nos ubicaba”. Desde ese momento en que congeniaron con él “nos facilitó su teléfono y se ofreció a ayudarnos; recurrimos a él muchas veces, fue un buen profesor”.

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El libro abarca más o menos la mitad de la trayectoria de Gazte Berri, el tiempo que Juantxu Larrinaga permaneció ligado al grupo de manera activa. Al cumplirse el trigésimo aniversario “traspasé simbólicamente la makila a otro dantzari más joven” para que otras generaciones tomaran las riendas con fuerza renovada cuando “entre niños y adultos ya bailaban más de 100 personas”, aunque mantuvo el vínculo, por ejemplo, implicándose en la creación de la representación navideña de Olentzero.

Le hace ilusión constatar que “se conserva la semillita que sembramos hace 60 años”, aunque le gustaría que más chicos se animaran a bailar. La diferencia con las chicas “es un fenómeno generalizado en la sociedad”. Tras la presentación de mañana, Gazte Berri. Una historia interminable estará a la venta en la librería Kairós y los bares Beste Aldera, Navarro y Gurea.