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Nayeli Rojas: “Quiero dedicarme a la integración social ayudando a la gente”

Nayeli Rojas, de 19 años, llegó desde Bolivia con seis años junto a sus primos, después de que lo hiciera su madre

Nayeli Rojas: “Quiero dedicarme a la integración social ayudando a la gente”

Tiene muy claro hacia donde enfocar su futuro porque además le ha tocado bastante de cerca. Nayeli Rojas Alvarado, de 19 años, se encuentra estudiando Integración Social, un ámbito que le motiva, en tanto que se trata de trabajar en la atención y acompañamiento de personas en situación de vulnerabilidad, promoviendo su autonomía y participación en la sociedad. De sus palabras se desprende algo inherente a los jóvenes que participan de programas como éste: ilusión, deseo de avanzar y cierto carácter introvertido que solo es un escudo frente al exterior. “Estuve en el hogar de menores que está en el Casco Viejo durante un año. Luego fui a emancipación y después acudí a recursos de inclusión”, explica esta joven que reside en el barrio erandiotarra de Astrabudua, y que no puede estar más que “satisfecha” de la decisión de sumarse al proyecto.

Allí ha encontrado además una segunda familia. “Suelo quedar con Ana, que es mi educadora. A veces hay actividades en el centro de día, otras participas en otras como la reciente de Arroces del Mundo, en San Francisco, que era la primera vez que iba”, y que busca fomentar la relación entre personas de diferentes culturas. Como la suya. No en vano, Nayeli y su familia son originarios de Bolivia. “Cuando me pasa algo acudo a la oficina. Ana me pregunta todos los días qué tal voy o si tengo algo...”, señala, destacando que “se ha formado una relación muy bonita, y al final son estas cosas las que cuentan”.

Nayeli aterrizó en tierras vizcainas cuando apenas tenía 6 años de edad. Lo hizo, cuando fue posible, acompañada de sus primos ya que sus madres ya llevaban un tiempo en Euskadi. La razón de hacer las maletas es obvia. “Tanto mi madre como mi tía tenían claro que había que salir de casa, buscar una oportunidad mejor y decidieron venirse para conseguir una mejor calidad de vida y en busca de un trabajo” que garantizara el porvenir para sus familias y, en concreto, para sus respectivos hijos. Como todo, nada fue fácil de inicio pero paulatinamente fueron logrando sus objetivos, inculcando siempre a los jóvenes de la casa la cultura del esfuerzo. Bajo ese paradigma y con ese propósito, Nayeli trata de abrirse un hueco en el mundo laboral. “Lo que tengo claro es que quiero dedicarme a esto de la integración social ayudando a la gente. Ya he hecho las prácticas y creo que en adelante puedo trabajar de ello”, en base a las cualidades y capacidades que Nayeli representa.