La de ayer fue una mañana muy inestable climatológicamente hablando con presencia intermitente de la lluvia. Esos chubascos que fueron protagonistas en buena parte de las horas centrales del día no frenaron a miles de personas que volvieron a citarse con la tradición de cada Lunes de Pascua y subieron al monte Serantes para vivir la romería de Cornites. Así, desde primera hora de la mañana, el goteo de personas que comenzaba a subir al Serantes ya fuera por Mamariga como por Kabiezes fue constante. El único percance que trajo la lluvia fue la suspensión de la zona infantil de juegos que se iba a instalar en El Mazo desde el mediodía.
Por lo demás, la jornada discurrió como cualquier otro Lunes de Pascua en el Serantes, lugar al que se desplazaron familias y cuadrillas de todas las edades para disfrutar de una tradición arraigadísima en Santurtzi, municipio que está celebrando su 950 aniversario. Sin la zona de juegos infantiles en El Mazo, el epicentro de las celebraciones en Cornites se convirtió en un lugar en el que reponer fuerza ya fuese a media subida o, tras haber llegado a la cima, en pleno descenso hacia la localidad marinera. En ese punto se pudo disfrutar de talos, empanadas, pastel vasco y rosquillas entre otros. Uno de los puestos encargados de endulzar los paladares de los asistentes a Cornites fue el de Rosquillas Amorebieta y allí David Tejedor, uno de los responsables del puesto, comprobó de primera mano que la lluvia no frenó a los fieles a Cornites. “Esperábamos que viniese menos gente ya no sólo por la lluvia, sino por la posibilidad de que pudiera llover, pero la gente está respondiendo muy bien y está comprando. Llevamos más de treinta años viniendo a Cornites y aquí la gente nunca falla”, señaló Tejedor. Como novedad, respecto a otras ocasiones, en este puesto se pudo adquirir también empanada, aunque, como no podía ser de otra forma, las rosquillas fueron la gran estrella de la jornada.
Si la zona de El Mazo fue el punto más concurrido de las faldas del Serantes, la cima era el objetivo de buena parte de los asistentes a Cornites. Quienes decidieron ir a lo más alto del Serantes, se encontraron en el entorno del fuerte con unas obras realizadas por Iñigo Urrutia mediante la técnica del puntillismo. Dichos trabajos muestran parte de la fauna que está presente en el monte santurtziarra y el próximo mes de mayo se expondrán en el centro de la localidad marinera. Ya en la cima, el ir y venir de personas era incesante y no fueron pocos los que decidieron guardar cola para conocer el Torreón del Serantes. Ejemplo de ello son Lutxi González,, Borja Marcos y Arritxu Marcos, quienes llegaron a la cima del Serantes desde Portugalete. “Llevamos varios años sin venir a Cornites, de hecho, para Arritxu es la primera vez”, explicaron Lutxi y Borja, padres de Arritxu. “La lluvia no nos ha hecho plantearnos el venir al Serantes, de hecho, creo que el de hoy es el mejor día para subir al Serantes”, apuntó Lutxi desde lo más alto del Torreón del Serantes, la meta para muchos de los que ayer desafiaron a la lluvia para vivir Cornites.
En corto
Miles de personas. Miles de personas desafiaron a la climatología inestable para volver a disfrutar como cada Lunes de Pascua de la tradicional romería de Cornites. La lluvia provocó que no se instalase la zona de juegos infantiles prevista en la zona de El Mazo.
El Torreón, atractivo. Como ya ocurriera en otras ediciones de la romería de Cornites, el Torreón del Serantes estuvo abierto al público. Cientos de personas no dudaron en hacer cola durante la primera parte de la jornada festiva para acceder a esta torre que se construyó en el año 1881 y que fue rehabilitada hace ya cinco años.