Durango recuerda la tragedia del bombardeo del 37
La villa recordó como cada 31 de marzo el ataque aéreo en el que perdieron la vida 213 personas
“He vivido todo este tiempo con el recuerdo. Esperemos que no vuelva a ocurrir semejante cosa y nuestro deseo es que no vuelva a repetirse; que tengamos suerte”, apuntó a sus 94 años el durangarra y superviviente del bombardeo Mikel Aretxaga. A sus emotivas palabras le siguieron también las de Emilio Aperribay, uno de los últimos supervivientes del bombardeo de Gernika, y que en la jornada de ayer asistió a los actos de conmemoración del 88º aniversario de la tragedia que asoló Durango. “Aprendamos todos del pasado para que pueda existir un futuro libre de guerras que solo demuestran la debilidad de la paz”, subrayó emocionado al tiempo que recordó otros conflictos bélicos como los de Ucrania y Gaza.
Así, un 31 de marzo, 88 años después, quedó claro que la ciudadanía durangarra no olvida, ni quiere olvidar la crueldad de aquel fatídico día de 1937 que segó la vida de 213 personas. En este contexto, la villa volvió a recordar una fecha profundamente grabada en la historia y en la memoria colectiva y lo hizo rindiendo un sentido homenaje a las personas fallecidas y a todas las víctimas del horror de los ataques perpetrados contra la población civil.
La jornada comenzó con una ofrenda floral en el cementerio de Durango en recuerdo de las víctimas. Media hora después, coincidiendo con la hora del primer ataque aéreo, se replicó el toque de alarma y posteriormente se llevó a cabo el encendido del pebetero conmemorativo en el pórtico de la iglesia de Santa María, como símbolo del compromiso de Durango con la memoria, la justicia y la paz.
A las 12.00 horas en la plaza Ezkurdi tuvo lugar el acto institucional de conmemoración en el que la alcaldesa, Mireia Elkoroiribe, recordó la importancia de mantener viva la memoria. “No queremos olvidar lo ocurrido porque solo recordando podemos garantizar que no vuelva a suceder”, agregó.
En esta ocasión, la administración local quiso poner el foco en las personas que vivieron en primera persona los bombardeos, no solo en Durango, sino también en otras localidades vecinas como Gernika, y por ello, expresó su reconocimiento y admiración a las personas supervivientes: Mikel Aretxaga, Lidia Igor, Edita Gómez, Maite Andueza y Emilio Aperribay. “Sois quienes mejor habéis mantenido viva la memoria de lo ocurrido, a pesar del paso del tiempo. Tenéis todo nuestro respeto y admiración”, agradeció la alcaldesa.
Por la tarde, a las 17.45 horas, el sonido de las sirenas volvió a resonar en recuerdo al segundo ataque que perpetró la Aviación Legionaria italiana y a las 19.30 horas comenzó el acto de reconocimiento y memoria de las víctimas organizado por Gerediaga Elkartea y Kriskitin Dan-tza Taldea, con la colaboración del Ayuntamiento. Un acto cargado de emoción y con un recuerdo especial a Jon Irazabal, miembro de la asociación y autor de la investigación más extensa del bombardeo, fallecido en agosto. “Homenajeando a Jon se reconocen a todas las personas que vivieron los bombardeos de 1937 y fueron víctimas”, recordaron desde Gerediaga.
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