Tiene el escudo del Athletic tatuado en una pierna, en las paredes, en un banderín y se diría que hasta en su corazón. Dari Goitia, por su autismo, sufre dentro y fuera del campo. “Soy socio y para ir a San Mamés me pongo los cascos con la música a todo volumen y voy directo, sin pensar, porque la gente y el ruido me agobian, pero el Athletic es el Athletic”, justifica. Una vez en su asiento, como ya conoce a sus vecinos de grada, se relaja. “Me siento en mi sitio y respiro aliviado. Luego empieza el partido y me cago en todo”, dice carcajeándose. “Pero eso ya es otro cantar”.

Aunque las primeras veces en San Mamés “fueron complicaditas”, Dari no desistió. “Ten en cuenta que el barullo estaba relacionado con mi hiperfoco”, destaca. Vamos, que su pasión es tan desorbitante que el mal rato valía la pena. De hecho, aconseja descubrir en qué centra su interés una persona autista para poder conectar con ella. “Si le dices: Hola, se va a achantar, pero si le gusta el Athletic y le dices: Buah, qué golazo metió el otro día De Marcos, ya entra a tu conversación”. 

Dari Goitia tiene colgados escudos y un póster del Athletic junto a sus retratos. Miguel Acera

Aunque su alma es rojiblanca, Dari lleva doce años realizando en “la Wikipedia en euskera un dosier de la temporada de todos los equipos euskaldunes de divisiones profesionales”, en el que detalla desde lo que mide Unai Simón hasta las estadísticas de los partidos, altas y bajas, mercados de invierno y de verano... “Como no había una base fiel con los datos que yo quería, dije: Pues voy a hacerla yo”, cuenta y se echa a reír. “Es el amor por los números”.

Le encantan los tatuajes

A Dari le encantan los tatuajes. Tiene “un Trust no one” (No confíes en nadie), que le recuerda que debe ser precavido, y una frase de la película Joker que le “marcó mogollón: La peor parte de una enfermedad mental es que la gente espera que te comportes como si no la tuvieses. La mía es el trastorno obsesivo compulsivo”, detalla.

Dari Goitia se ha tatuado una frase de la película 'Joker' en el brazo. Miguel Acera

También ha plasmado en su piel un código binario, “porque mi vida gira alrededor de la informática”, las iniciales de su aitite y dibujos de Pokémon, Dragoi Bola y Naruto. Este último, en honor de un amigo que, tras insistirle durante años, logró que viera la serie. Algo “la leche de complicado” tratándose de una persona autista, a la que no le gustan las novedades.

Con sus amigos sale a tomar algo, sabiendo hasta dónde puede llegar. “En cuanto les apetece ir a algún garito con música alta y apretujados, les digo: Chicos, me voy. Antes me forzaba a ir y desde el minuto uno pensaba: Me quiero ir, me quiero ir. Era horrible. Ahora digo: Tío, no tienes que hacer esto, porque me conozco y sé cómo funciono”.