Inés Zalbide, directora corporativa de Bilbao Air: “Me aventuro a decir que va a ser otra vez año de récord”
Todavía no se cree que el aeropuerto de Bilbao vaya a ofertar 6 nuevos destinos este verano. Y eso que desde Bilbao Air han trabajado duro por ello
¿Qué le parece el aterrizaje este verano de seis rutas aéreas con ciudades no conectadas?
—Pues que quieres que te diga, pues muy bien, es una gran noticia. No pensábamos que íbamos a estar así, sobre todo teniendo en cuenta que no esperábamos esta avalancha de nuevos destinos para 2025.
¿En qué sentido?
—Hay que tener en cuenta que muchas aerolíneas siguen con problemas de falta de aviones, el mantenimiento tiene a muchos en tierra, la capacidad de crecimiento de las aerolíneas sigue estando comprometida. Además teniendo en cuenta las rutas que habíamos conseguido el año anterior... Pensábamos que este verano iba a ser solo de consolidación y mira lo que llega.
El trabajo que realizáis con el comité de rutas habrá influido.
—Es cierto que hemos currado un montón desde Bilbao Air. Seguimos con la colaboración interinstitucional y a veces no ha sido fácil al tener diferentes colores políticos, pero es para sentirse satisfecho del trabajo. Ello ha permitido que tras la pandemia se haya conseguido que el aeropuerto bata todo tipo de récords.
Pero en enero pasado perdió pasajeros con respecto a 2024.
—Fue algo puntual. No responde a ninguna cuestión estructural. De hecho, en febrero se ha vuelto a subir y otra vez más de lo normal, sobre todo el pasaje internacional. Ha sido otra vez el mejor febrero de la historia. Me aventuro a decir que va a ser otra vez año de récord.
Un poco osado decir eso estando aún en marzo.
—Bueno hablamos a final de año.
¿Está preparada la terminal a nivel de infraestructuras y servicios para atender la gran demanda prevista?
—Creo que sí, la dirección de Aena en Bilbao sabe trabajar eso y cuando tienen que darle otra vuelta de tuerca para prestar buen servicio, lo hacen bien.
¿También con la ruta estrella del verano, la Bilbao-Nueva York?
—Sobre todo. Hemos tenido varias reuniones con el aeropuerto y la aerolínea United Airlines y me ha sorprendido en positivo como se está gestionando todo el vuelo y lo que implica su puesta en marcha.
Es el primer vuelo transoceánico desde Bilbao, y con Estados Unidos, con todo lo que eso implica.
—Es un reto súper potente para todos nosotros.
¿Habrá algún acto especial de inauguración ese día 1 de junio?
—Habrá, desde luego, y eso a pesar de que se va a disponer de poco tiempo entre que llegue el avión de Nueva York y despegue el mismo de vuelta. Y encima es domingo. Pero se está trabajando muy bien entre todos.
¿Le da miedo que la situación a nivel geopolítico desactive el turismo desde Estados Unidos y afecte a la ruta estrella del verano?
—Está claro que la situación influye en todos los ámbitos, a nivel empresarial, macroeconómico, a todo. Es una necedad decir que no puede afectar. Pero hay un dato. Los billetes están vendidos y nadie los ha anulado.
Es bastante significativo.
—Es que es una ruta de verano y aquí nadie se inmuta.
¿Conoce cómo van las reservas?
—Desde United Airlines nos han dicho que van muy bien, que están cumpliendo con las expectativas que tenían para Bilbao. Y eso que algunos billetes son más caros que volar vía Madrid. Pero la gente está eligiendo volar directos desde aquí.
¿Qué le parece el premio recibido por la ruta antes de su estreno?
—Todo suma, y quien se lo ha otorgado es una revista que cuenta con muchísimos suscriptores del sector aeronáutico en Estados Unidos. Todo lo que sea que suene Bilbao por ahí, para nosotros es buenísimo.
Bilbao no es un destino grande como Londres, Madrid o París ¿cómo nos trata United Airlines?
—Pues como a cualquiera de esos aeropuertos que has nombrado. Están trabajando igual. No nos consideran un aeropuerto de segunda y es una gozada trabajar con ellos. Me han sorprendido y mucho.
Obviando el enlace con Nueva York ¿Qué nueva ruta cree que puede tener más éxito este verano?
—Sin desdeñar a las demás, la entrada de la aerolínea SAS para conectar con Copenhague es muy buena. Me encanta la conexión con Berlín y conectamos con Estocolmo, la gran capital de Escandinavia.
Pero la capital danesa no es nueva.
—Pero que el hecho de que opere por primera vez aquí la aerolínea SAS es una apuesta de futuro para que luego pueda ofertar alguna otra ruta con países del norte de Europa. Es una compañía de mucha envergadura, que nos puede dar alegrías en el futuro.
¿Imaginaba que cinco años después de encerrarnos por la pandemia podía tener la oferta actual el aeropuerto?
—Para nada, pero se ha currado mucho para ello desde el comité de rutas y todos los agentes aeronáuticos. Hemos conseguido batir récords de pasajeros y tenemos la mayor oferta de vuelos de la historia.