Los niños que acuden a los talleres que organiza el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Getxo las montan y las decoran con dibujos a su gusto: con colorines, con flores, con casitas... También ponen su nombre y saben dónde serán colocadas. Son las cajas nido, los hogares creados para pequeños pájaros y murciélagos y que se encuentran en parques y zonas verdes del municipio. El Consistorio ha instalado hasta la fecha 112 de estos nidales con la finalidad de ofrecer a las aves un lugar donde cobijarse y reproducirse. Según puntualiza el concejal de Medio Ambiente, Iñigo Urkitza, 92 de ellos son para páridos o pequeños pájaros insectívoros y 20, para murciélagos. Ese número se va a ampliar próximamente con otras 26 cajas-nido: 22 para pájaros y cuatro para murciélagos.
Estas arcas se empezaron a instalar con la intención de suplir los agujeros y oquedades de los árboles en los que las aves nidifican y se cobijan, ya que en algunos bosques y, en especial en plantaciones forestales productivas, se empezaron a suprimir aquellos ejemplares con agujeros puesto que disminuían la calidad de la madera y restaban nutrientes a los pies de mayor producción maderera que eran los que se dejaban. “Ello provocó que en las plantaciones tipo pinares algunas aves no encontraran un lugar donde reproducirse y, de esta forma, las masas forestales se quedaran sin estos valiosos plaguicidas biológicos naturales, reduciéndose en gran medida la biodiversidad del entorno. Algo parecido ha venido ocurriendo en parques y jardines con la retirada de ejemplares viejos y con oquedades”, explica Urkitza. Eso mismo ha ocurrido recientemente con la arquitectura y las obras de rehabilitación para procurar la eficiencia energética, lo que ha afectado a las aves urbanitas, eliminando las zonas de reproducción a muchas especies como lechuzas, mochuelos, vencejos, gorriones, etc. Esta idéntica situación se puede extrapolar a los murciélagos.
De esta forma, la única manera de darles a estas aves un lugar para su reproducción es la instalación de cajas nido tanto en el entorno urbano como periurbano, cuyas características se asemejen en gran medida a las propias oquedades y huecos naturales, tanto en parques y zonas verdes, así como habitáculos en las fachadas que se asemejen a los agujeros y permitan el asentamiento de esas especies. Cada vez más, incluso se incluyen agujeros y puntos de reproducción en la propia fachada de los edificios al rehabilitarlos.
La Unidad de Medio Ambiente dispone, asimismo, de una serie de nidales, ya adquiridos, para beneficiar a las especies urbanitas, como los hirúndidos –aviones y golondrinas– y los vencejos, así como para otro tipo de pájaros que gustan de criar en la zona urbana, como colirrojo tizón y gorriones. También se tiene constancia de que han ocupado las cajas especies como el carbonero común, carbonero garrapinos, herrerillo común, agateador común, el reyezuelo listado y el murciélago común.