El Ayuntamiento de Getxo ha presentado alegaciones al proyecto de instalación de una planta de tratamiento de residuos de la empresa Agaleus Circular Thinking –propietaria de Sader y Profersa– en el Puerto de Bilbao (Zierbena). El Consistorio considera que el estudio ambiental aportado “no contempla suficientemente el impacto sobre la calidad del aire, los olores y otros efectos en la ciudadanía”. Además, la institución local solicita que se “amplíe el análisis de alternativas de ubicación” para garantizar que la solución final sea “la más adecuada desde el punto de vista medioambiental y social”.
El PP de Getxo tomó este mismo camino a principios de este mes, al igual que concejales de Elkarrekin Podemos de la propia localidad getxoztarra y de Santurtzi, que el pasado lunes anunciaban que habían dirigido una decena de argumentaciones al Gobierno vasco. Ahora es el Ayuntamiento el que duda de este proyecto, intranquilo por cómo puede repercutir en los vecinos. “Uno de los aspectos que más preocupa al Ayuntamiento de Getxo es la necesidad de garantizar que la calidad del aire y la salud de la ciudadanía no se vean afectadas, especialmente por la proximidad de la planta a zonas residenciales y naturales del municipio”, explican desde el Consistorio. Por ello, en las alegaciones insta a reconsiderar la ubicación de la planta, “habida cuenta de que estaría a menos de 2 kilómetros del núcleo de población de Getxo”. Además, el Ayuntamiento recuerda que, en años anteriores, se barajaron otras localizaciones que no han sido incluidas en el informe ambiental ni en el expediente de la autorización ambiental integrada. Por otro lado, reclama reconfeccionar los estudios técnicos previos y reevaluar los posibles efectos sobre la calidad del aire y de emisión de olores “considerando la acción de los vientos dominantes en la zona que supondrían un impacto directo sobre el núcleo urbano de Getxo, afectando a más de 70.000 habitantes”. De igual modo, la institución municipal pide instalar tres estaciones móviles en Getxo para la medición de la calidad del aire, con analizadores de hidrocarburos, compuestos orgánicos volátiles (VOCs), BTEX y otros parámetros que permitan evaluar “el impacto real” de la instalación.
Por otra parte, el Ayuntamiento también requiere que se realice un examen específico del posible almacenamiento de fertilizantes en la planta, “dado que estos productos están regulados por el Real Decreto 656/2017 y pueden generar riesgos adicionales en un entorno próximo a zonas residenciales”.
El pasado 4 de febrero, cuando el PP desveló que había presentado alegaciones al proyecto, la empresa en cuestión contestó que es “absolutamente falso” que la industria que va a instalarse en el Puerto de Bilbao “tenga emisiones contaminantes”. En un comunicado, señaló que “Sader, dedicada al tratamiento de residuos, acabará sus días en Zorrotza” y que “la fabricación de fertilizantes de Profersa no se hará en el Puerto de Bilbao”. La sede allí será para “gestión, tratamiento y valorización de residuos industriales, junto a otros servicios”, afirma Agaleus.