"Un puente es mucho más que una obra de ingeniería: es una expresión del genio humano que conecta paisajes, ciudades y épocas", así lo asegura el ingeniero Carlos Polimón en su nuevo libro, en el que recoge los 100 puentes más emblemáticos de todo el Estado. Publicado por la editorial GeoPlaneta, nombra los que a su juicio son imprescindibles de visitar y analiza sus singularidades invitando a redescubrirlos "con una mirada nueva".

En 2018, el Ministerio de Fomento señaló que la red de carreteras del Estado contaba con aproximadamente 22.500 puentes y estructuras similares de más de 3 metros de luz, sin embargo, este número no incluía los puentes gestionados por administraciones locales, diputaciones y comunidades autónomas, por lo que el total real de puentes es significativamente mayor. Entre estas miles de estructuras, Polimón considera que hay seis puentes vizcainos que se enmarcan entre los 100 más emblemáticos.

El ingenieros desglosa su lista en 10 categorías diferentes: tipos de puentes, puentes en la historia, viaductos, los supervivientes, los puentes récord, los puentes y la ciudad, la forma, el paisaje, puentes singulares, y los nuevos enfoques.

De récord

Uno de los puentes vizcainos que nombra Polimón es, como no podía ser de otra manera, el Puente Colgante, que une Portugalete y Las Arenas. Lo enmarca dentro de la categoría 'Los puentes de récord', y es que, inaugurado en 1893, fue el primer puente transbordador del mundo, y es, a día de hoy, el puente de transporte más antiguo en funcionamiento. También enmarca dentro de esa categoría al puente de Euskalduna, ya que cuenta con el mayor tablero móvil del Estado, siendo su longitud de 50 metros.

El Puente Colgante fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2007. M. A. P.

Dentro de la categoría 'Los puentes y la ciudad' se encuentra el puente de Deusto, ya que, inspirado en los puentes basculantes de Chicago inaugurado en 1936, fue el primer puente levadizo de Bilbao. Sus dos hojas metálicas pueden elevarse en ángulo para permitir el paso de grandes barcos, aunque desde los años 90 apenas se levanta debido a la disminución del tráfico marítimo.

Un puente singular en Bilbao

El puente Frank Gehry, uno de los últimos en construirse en la capital vizcaina, también ha sido recogido por Polimón en su libro y lo ha destacado dentro de la categoría 'Puentes singulares'. Aunque no ostenta récords ni innovaciones estructurales, se ha convertido un símbolo de la transformación moderna de Bilbao, ya que se trata de una pasarela peatonal con líneas elegantes y un diseño que complementa la estética del Guggenheim y su entorno. Y aunque su nombre hace referencia al famoso arquitecto del Museo Guggenheim Bilbao, él no lo diseñó.

Una nueva visión

Los otros dos puentes vizcainos que se recoge el libro son el puente de Galindo y el de La Salve. Ambos aparecen en la categoría 'Los nuevos enfoques', ya que han sido clave en el área metropolitana de Bilbao, mejorando la conectividad y descongestionando el tráfico, dando una vuelta al sistema de puente levadizo. El primero de ellos, más conocido como el puente de Rontegi, con una longitud total de 1.530 metros, es una de las infraestructuras más grandes de toda Euskadi. Además, su tablero se eleva a 35 metros, permitiendo el paso de embarcaciones sin necesidad de ser levadizo.

El puente de La Salve de Bilbao Pablo Viñas

La altura es también lo que hace, entre otras cosas, especial al puente de la Salve ya que su tablero está a 23 metros sobre el agua, permitiendo el paso de embarcaciones sin necesidad de mecanismos móviles.