Aunque la Diputación Foral de Bizkaia daba por zanjado el tema hace ya dos años, la disyuntiva territorial sobre Abiña sigue dando de qué hablar en las Juntas Generales de Bizkaia. La disputa de los terrenos, en el que se encuadra la playa del mismo nombre y el Centro BBK Urdaibai, se remonta a hace más de una década, y uno de los últimos episodios tuvo lugar el pasado octubre cuando la plataforma Sandideri solicitó la subsanación del acuerdo plenario y la devolución de Abiña a Sukarrieta.

Ayer, responsables de la plataforma ciudadana Busturia Bizirik volvían a comparecer ante la comisión de Peticiones y Relaciones con la Ciudadanía de las Juntas Generales de Bizkaia para defender, en esta ocasión, la cesión a Busturia de los terrenos del barrio de San Antonio de Abiña, tal y como decidieron las Juntas Generales de Bizkaia en diciembre de 2017, y corroboraron después diversas sentencias judiciales.

Su comparecencia en la Cámara vizcaina fue justificada por la presentación en octubre, en la misma comisión, de un informe elaborado por el catedrático emérito de Derecho Administrativo de la Universidad de Zaragoza Antonio Embid Irujo. Solicitado por el Ayuntamiento de Sukarrieta, dicho documento constataba según representantes de la plataforma Sandinderi, de Sukarrieta, “graves errores” jurídicos cometidos en el proceso de supresión del llamado “enclave” de San Antonio perteneciente en el pasado al municipio vecino.

Sin embargo, los comparecientes de ayer explicaron que el autor de ese informe “desconoce” la naturaleza jurídica del territorio y las competencias que tienen las propias Juntas Generales de Bizkaia. “Ni siquiera menciona” la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) que desestimaba, en su última referencia sobre el asunto, el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Sukarrieta contra el acuerdo de Juntas Generales de Bizkaia de integración del barrio de Abiña en Busturia.

En la sesión, los grupos que sustentan el Gobierno foral recordaron que el caso “ya fue juzgado” y que, en su momento, se hicieron los informes técnicos necesarios para que las Juntas Generales de Bizkaia tomaran en diciembre de 2017 la decisión de aprobar una orden foral elaborada por la Diputación para integrar a este barrio en Busturia. En todo caso, todos los grupos junteros aprobaron después trasladar toda la documentación, tanto la de Sukarrieta como la de Busturia, a los órganos competentes en la Diputación. Los grupos de la oposición volvieron a coincidir en la posibilidad de “revisar” el caso a tenor de la información jurídica aportada por ambas partes.

El informe del catedrático venía a refrendar las tesis de Sukarrieta: que el barrio de San Antonio no era un enclave. Esta calificación fue la que permitió precisamente integrar a este barrio en Busturia. Sin embargo, Busturia Bizirik subrayó que “el caso está juzgado” y que es “materialmente imposible” revisar el mismo. Poniendo otro ejemplo, Iñaki Agirreazkuenaga Zigorraga, catedrático de Derecho Administrativo de la UPV/EHU, quien hizo las funciones de portavoz de Busturia Bizirik, criticó también el hecho de que Sukarrieta no expresara contrariedad alguna cuando se eliminó el enclave de Munitis, barrio que antiguamente pertenecía a Busturia y que fue entregado, con la misma argumentación, al municipio vecino.