La localidad ha inaugurado el año con decisiones y con cuestiones financieras de por medio. Y es que, después de haber aprobado el presupuesto de este año –4,3 millones de euros, un crecimiento del 11% con respecto al ejercicio anterior debido al alza de ingresos procedentes del IBI o el impuesto de tracción mecánica– la administración local ha dado cumplimiento a una de las iniciativas planteadas por la ciudadanía en el proceso participativo: la renovación del antiguo ambulatorio de Lasao como espacio cultural. Acondicionado gracias a las distintas líneas de ayudas y programas de Lanbide con un importe de 21.500 euros, el nuevo Kulturgune que se extiende en una planta “supone un paso importante en las infraestructuras del municipio”, destacaron desde el Ayuntamiento.

Abierto de lunes a jueves de 9.00 a 13.00 horas y de 15.30 a 20.00 horas y los viernes exclusivamente en horario de mañana, fue inaugurado con una exposición fotográfica de Iosu Apraiz, “una emotiva colección que rinde homenaje a los vecinos y vecinas que se retrataron antes de transformar el edificio”. También se ha podido contemplar una muestra acerca de la lucha en favor del euskera en Enkarterri desde el año 1966 en adelante con una programación que incluyó también mesas redondas para alumnado de la ikastola y el público en general. Además, allí se imparten cursos municipales como música y restauración.

Creatividad, autogestión...

Así, el Kulturgune nace con vocación de aglutinar “la creatividad, el aprendizaje y la participación ciudadana” con un formato de “autogestión, para que cualquier persona, colectivo o asociación pueda presentar sus propuestas para enseñar, compartir o desarrollar actividades vinculadas a la cultura, fomentando así la diversidad y la colaboración”. Un espacio “polivalente y abierto, ideal para albergar charlas, talleres, exposiciones, clases y otras propuestas” aprovechándose de su flexibilidad “adaptando el uso y el tiempo de reservas según las necesidades específicas de cada proyecto”.

El inmueble permanecía en desuso desde la puesta en marcha del moderno ambulatorio de la plaza Madinabeitia, de la que se cumplirán diez años en marzo. El centro sanitario abrió sus puertas con 750 metros cuadrados para consultas de medicina general y pediatría, sala de curas y extracciones, archivo de historias clínicas de acceso restringido, almacén, vestuarios y área de recepción administrativa.

Quedaban libres estancias en los dos pisos superiores con una superficie total de 400 metros cuadrados en las que abrió sus puertas la Kultur Etxea en diciembre de 2019 ampliando los servicios que se ofrecían en el viejo local de la plaza Madinabeitia: biblioteca, KZgunea (que prepara un curso de mecanografía que consta de diez horas entre el 3 y el 7 de febrero) o zonas de estudio. Esta última sala se mantiene en activo con iniciativas como la charla impartida por Josune Muñoz, “pionera en el análisis y enseñanza de la crítica literaria feminista vasca, dentro del Área de Mujer e Igualdad” prevista para el 23 de enero bajo el título ¿Quién teme a las brujas?

Los apuntes

Autogestión. Se trata de un espacio “polivalente y abierto, ideal para albergar charlas, talleres, exposiciones, clases y otras propuestas” aprovechándose de su flexibilidad “adaptando el uso y el tiempo de reservas según las necesidades específicas de cada proyecto”.

Desuso. El inmueble permanecía en desuso desde la puesta en marcha del moderno ambulatorio de la plaza Madinabeitia, de la que se cumplirán diez años en marzo.