La tradición sigue mandando en Urkiola. Muestro de ello, el santuario vivió en la jornada ayer uno de los San Antón más participativos de los últimos años. Y es que el patrón de los baserritarras y protector de los animales, bendijo a cerca de una treintena de perros, varios gatos, algún conejo, gallinas e incluso un ganso. Entre los habituales, no podía faltar Perico un burro que vive a pocos metros del Santuario, junto al restaurante Landajuela. Este año el animal portaba encima también a Fly, un yorkshire que comienza a ser otro de los fijos. “Este año veo más animales que nunca y eso siempre es de agradecer. Recuerdo alguna vez que con nieve, frío y muy mal tiempo hemos estado prácticamente solos esperando fuera de la iglesia. Creo que es bonito mantener las tradiciones y que la gente se anime a subir el día de San Antón a Urkiola”, valoró satisfecho Adriano Ferreira, mientras esperaba la bendición de toda su expedición.
Una año más, la misa mayor fue el actor principal de una jornada marcada por el buen tiempo en el santuario de Urkiola. Como dicta la tradición, más de 300 panecillos bendecidos y donados por Garate de Izurtza estaban listos para ser repartidos al final entre los asistentes. Al termino de la misa, oficiada por los sacedotes Javier Garay y Gotzon Julen Pérez de Mendiola, llegó el momento más esperado; la bendición de los animales. Allí esperaba la bilbaina Sonia Pérez con Lur, un Bostón terrier de nueve años. “Llevaba tiempo queriendo subir a Urkiola y este año nos hemos animado. Este año he podido coger el día de vacaciones para venir y la verdad que hay muy buen ambiente, el tiempo acompaña con sol a pesar de hacer fresquito”, explicó su dueña sentada al sol en las inmediaciones del santuario.
Encomendarse al santo
Por segundo año consecutivo acudía también a la cita desde Santurtzi Trini Zamanillo y lo hacía con Blus, un amistoso border collie. “Le adopté ya de adulto. Es un perro abandonado con las consecuencias que ello conlleva; medio ciego, con cólicos en la vejiga y le salió una hernia. Hemos pasado muchas operaciones y llegó un momento que me tuve que encomendar al Santo. El año pasado fue la primera vez que vinimos y aquí estamos otra vez. Afortunadamente llevamos un tiempo sin problemas y esperamos seguir así mucho tiempo”, deseó su cuidadora mientras acariciaba al animal.
Entre los habituales de ser bendecidos, un collie de seis años que esperaba divirtiéndose con el resto de animales fuera de la iglesia. Su dueño, Juan Pablo Martínez, vecino de Begoña, disfruta siempre que puede de la tradicional jornada de San Antón y subió nuevamente acompañado de su hija. “Soy pintor; ayer terminamos un trabajo y hoy he podido escaparme tranquilamente por la mañana. Para bien o para mal, en este caso para muy bien, es lo que tiene ser autónomo. Recuerdo que hace dos años fue la nevada y este año si se nota que el tiempo está acompañando y hay más animales”, valoró satisfecho con la respuesta de la ciudadanía.
Tampoco faltaron algunos puestos con demanda para adquirir tradicionales rosquillas y diferentes alternativas de repostería. Mención especial también a Ana Flores, que madrugó para acudir desde Arbizu y poner a la venta su rico queso de oveja. “Somos la cuarta generación familiar; fueron mis bisabuelos los que empezaron con esto y ahora estamos nosotros. Como siempre me he levantando a las cinco y media de la mañana para atender a los animales y después he venido a la cita de todos los años. Estoy contenta con las ventas; Urkiola siempre es un sitio bueno para venir y dar a conocer nuestro queso”, valoró satisfecha la productora.
Como todos los años, la programación para rendir tributo a San Antón regresará en la jornada de mañana domingo con misa mayor a mediodía en el santuario de Urkiola.