El esperado puente de Urbieta, que unirá el aparcamiento de Santa Ana con las instalaciones deportivas, ha sufrido un nuevo retraso debido a la escasez de madera y un proceso de secado prolongado. Adjudicada en mayo por un importe de 534.000 euros, la obra debía de haber finalizado a últimos de septiembre o comienzos de octubre. Sin embargo, la empresa adjudicataria avisó de un problema con la adquisición del material por lo que se pospuso al 20 de diciembre, fecha que tampoco se cumplió.

Finalmente se ha confirmado que las piezas necesarias están listas tras haber superado un exhaustivo proceso de secado. Sin embargo, no será hasta febrero cuando comience el montaje, un paso clave para restituir esta infraestructura vital para la movilidad local, por lo que se espera que esté finalizada a finales de febrero o comienzos de marzo, tal y como ha confirmado el propio alcalde de la localidad, José María Gorroño.

La madera seleccionada para la estructura –iroko y elondo– ha sido uno de los grandes desafíos en la construcción de este puente que no es solo una obra más, sino un elemento esencial para la vida cotidiana de Gernika ya que el aparcamiento de Santa Ana, con capacidad para 400 vehículos, y su conexión con la zona deportiva son claves para los vecinos y visitantes que utilizan esta infraestructura para actividades deportivas y recreativas.