Los Reyes Magos protagonizan un espectacular aterrizaje en Loiu

Loiu es la puerta de entrada y salida de Bizkaia al mundo. No en vano, alberga el aeropuerto de Bilbao –ubicado en la localidad– que conecta a miles de personas cada día, por lo que ver sobrevolar aviones durante todo el día es algo a lo que los vecinos y vecinas de la localidad están más que acostumbrados. Sin embargo, ayer las miradas estaban puestas sobre el cielo por un motivo muy especial. Esta vez no era un avión lo que sobrevolaba el centro de la localidad, sino un espectacular helicóptero que trasladó a los Reyes Magos de Oriente desde el aeropuerto hasta el centro del municipio.

La aeronave tomó tierra a las 17.30 horas, generando con sus aspas un vendaval que sorprendió al público allí presente que aguardaba con máxima expectación la llegada de sus majestades de Oriente y se tuvo que agarrar a lo que pudo para no salir volando. Mientras tanto, medio centenar de estoicos voluntarios municipales que formaban parte del dispositivo de seguridad alumbraban con antorchas la improvisada pista de aterrizaje, situada en una campa anexa a la casa consistorial. Al recibimiento se sumaron también los integrantes del club Txori Bikers, que escoltaron a sus majestades con sus motocicletas.

Nada más poner pie en tierra y superar los nervios del aterrizaje, –“hemos venido un poco acongojados. El viento era fuerte”, resumió Gaspar–, los tres monarcas se subieron a un flamante vehículo americano propiedad de la asociación Euskadi American Cars, que también participó en la fiesta. “Es la primera vez que celebramos cabalgata de Reyes Magos en Loiu y queríamos hacer una excepción ofreciendo un gran recibimiento”, destacó el alcalde, Josu Andoni Begoña, quien hizo de anfitrión y les acompañó por las calles de la localidad. La vistosa puesta en escena asombró a decenas de niños y niñas, que pudieron, incluso, ver de cerca un dromedario. Su propietario, el gatikarra Aner Lacruz, también se sumó a la iniciativa. “En Gatika tenemos diversos animales exóticos como búfalos, cebras, dromedarios, canguros...”, apuntó. Finalmente, sus majestades tomaron asiento en sus tronos y atendieron a todos los niños y niñas allí presentes.