De los 11.820 habitantes de Etxebarri –según los datos registrados por Eustat a enero de 2024–, casi un 6% tiene origen extranjero. El grupo más numeroso procede de países de América del Sur (159 personas), seguido por personas del resto del continente americano (80), países del Magreb (78), Europa (78), Asia y Oceanía (25) y resto de África (18). Ante esta realidad, ya asentada y estabilizada dentro de la población natural de Etxebarri, el Ayuntamiento ha creído oportuno impulsar y llevar a cabo un proceso de participación e inclusión dirigido a las personas migradas y racializadas residentes en la localidad con el objetivo de “identificar obstáculos, necesidades y propuestas relacionadas con la participación comunitaria de este colectivo y trazar nuevas líneas de acción orientadas a fomentar su inclusión en el municipio”, explican desde el Consistorio.
El proyecto se ha desarrollado en varias fases lo que “ha permitido establecer un diagnóstico detallado de los principales desafíos que enfrentan las personas migradas y racializadas en su participación social”. Las etapas del proceso han incluido la constitución de un grupo motor para liderar la iniciativa, un encuentro ciudadano para recoger las impresiones de la comunidad y grupos focales donde se profundizó en las experiencias y necesidades específicas de este colectivo. Finalmente, se elaboró un documento con los hallazgos clave y se llevó a cabo una sesión de devolución “en la que se compartieron las conclusiones y las propuestas concretas de mejora, marcando un paso fundamental para diseñar políticas más inclusivas que respondan a las necesidades de la comunidad”.
Principales dificultades
Una de las cuestiones que ha revelado el diagnóstico hace hincapié en los obstáculos que dificultan la plena inclusión y participación de las personas migradas y racializadas. Entre ellos, se destaca la barrera lingüística, especialmente relacionada con el euskera, que limita el acceso a recursos y la interacción social. Además, la situación irregular y la falta de documentación complican el acceso a un empleo y a servicios básicos; y también se identifican dificultades en la conciliación de la vida laboral y familiar, lo que reduce las oportunidades de participar en actividades municipales.
Al mismo tiempo, la falta de recursos económicos limita el acceso a actividades y espacios como el polideportivo, lo que impide la participación plena de las personas migradas y racializadas en la vida comunitaria. Además, la programación de actividades, “marcada por una visión etnocéntrica”, no siempre refleja la diversidad cultural del municipio y complica la integración y el encuentro entre la diversidad de comunidades presentes, limitando así las oportunidades de interacción intercultural y el fortalecimiento del sentido de pertenencia en el municipio.
Este informe también refleja que espacios públicos de Etxebarri como la plaza del Ayuntamiento, la biblioteca de San Antonio, el polideportivo o Talka Gaztegunea, son puntos de encuentro habituales para las personas migradas y racializadas. “Sin embargo, tienden a reunirse según su idioma o experiencias compartidas, lo que reduce las oportunidades de interacción intercultural”.
Propuestas de inclusión
El proceso de reflexión sobre las conclusiones del diagnóstico ha dado lugar a una serie de propuestas para fomentar la inclusión de este colectivo. Entre ellas, se plantea la creación de un plan integral de acogida con acompañamiento personalizado, así como la organización de actividades accesibles, traducidas a varios idiomas y adaptadas a intereses específicos. También se considera conveniente la implementación de talleres productivos que fomenten tanto la empleabilidad como la interacción social, ofrecer clases de árabe para preservar la identidad cultural de las infancias magrebíes y la creación de espacios para celebrar fiestas y eventos culturales que promuevan la diversidad. Otras iniciativas incluyen la formación antirracista para el personal técnico y político del municipio, y la creación de una red de espacios libres de racismo que estarán debidamente identificadas. Y entre las diez líneas de acción prioritarias están la creación de un decálogo de buenas prácticas en materia de diversidad y crear grupos de apoyo para el aprendizaje del euskera.
Los apuntes
- Dificultades. La barrera lingüística, sobre todo con el euskera; la situación irregular que complica el acceso al empleo, los problemas de conciliación familiar o la falta de recursos económicos para acceder a actividades como cursos o actividades deportivas.
- Propuestas. Creación de un plan integral de acogida con acompañamiento personalizado, organización de actividades accesibles, traducidas a varios idiomas y adaptadas a intereses específicos, puesta en marcha de talleres productivos que fomentan tanto la empleabilidad como la interacción social, ofrecer clases de árabe para preservar la identidad cultural de las infancias magrebíes y la creación de espacios para celebrar fiestas y eventos culturales que promuevan la diversidad.