Decía un sabio que la Navidad es la excusa perfecta para reunir a los nuestros, alzar las copas y recordar por qué el día a día, aunque lleno de ajetreo, merece celebrarse. El pasado viernes, 13 de diciembre, el Hotel Hesperia de Bilbao se convirtió en un espacio donde los caminos se cruzaron fuera del hospital, donde las batas blancas y los quirófanos dieron paso a las sonrisas, el buen ambiente y los brindis. Porque allí, más que médicos, enfermeras y celadores, había una gran familia: la de Quirónsalud Bizkaia y la del Centro Médico Quirónsalud Plaza Euskadi.

Cuentan que fueron 200 almas, y entre ellas hubo también un recuerdo para los que no pudieron acompañarlos. Abrió la noche Manu Díaz de Corcuera, capitán del barco como director gerente, acompañado por el equipo directivo al completo: la doctora Irune Cachorro, directora médica; Inmaculada Amenos, directora de enfermería; Iñigo Enfedaque, director económico-administrativo; Sara Díaz, directora de Operaciones y Transformación Digital; y Leticia Vidarte, responsable del área de Personas y Organización.

Hubo un ambiente extraordinario de fiesta y ganas de celebrar juntos, y así pudimos ver entre los asistentes a numerosos jefes de Servicio como Gabriel Inclán, de Medicina Interna, y su compañero Emilio Uriarte; la doctora Leonisa González, jefa de Oftalmología; y del Punto de Atención Continuada del Centro Médico Plaza Euskadi, los doctores Enrique Mozo Rosales, Iván Torres Amán, Iñigo Paniagua y Jesús Merino.

Tampoco quisieron perderse la fiesta los doctores del equipo de Cirugía General y del Aparato Digestivo: Eduardo Garaizabal, Roberto Maniega y Lorena García Bruña; así como el doctor Jon Cendagortagalarza, jefe de Traumatología; Juan Antonio Arévalo, jefe del Servicio de Aparato Digestivo; y la doctora Jennifer Cueva, jefa del Servicio de Otorrinolaringología.

Detalle de la decoración navideña del Área Quirúrgica. Quirónsalud Bizkaia

La música comenzó a sonar bajo la batuta de DJ Xmike, alias de Xavier Mikel Cebada, quien no dejó descansar al personal que ocupaba la pista de baile. Pero lo que realmente despertó la emoción fueron los sorteos, esos pequeños regalos de la noche que hicieron saltar más de una carcajada y algún que otro abrazo emocionado. María Neira Jordá, del equipo de Cocina, se llevó un menú gastronómico en Tamarises Izarra, mientras que las entradas al Guggenheim cayeron en manos de Marta Aguirre de Andrés, enfermera de quirófano. La noche en el Hotel Hesperia, destino perfecto para desconectar, fue para Teresa Rodríguez Vargas, que recibió el premio entre aplausos. Las tarjetas de El Corte Inglés encontraron nuevos dueños en Lander Molinuevo, de Mantenimiento; Andrea Pla, de Laboratorio; y Alfonso Suárez, celador del Hospital Quirónsalud Bizkaia.

El premio más popular entre el gran grupo de profesionales fue el dedicado a homenajear al servicio que mejor decoración navideña ha realizado y que el grupo Quirónsalud Bizkaia lleva organizando desde hace más de 15 años, para el disfrute de todos los profesionales y pacientes que nos visitan en estas fechas. Para nadie es agradable tener que pasar la Navidad en un hospital, pero con esta iniciativa los profesionales de Quirónsalud Bizkaia esperan hacer las fiestas un poco más agradables a los que tienen que pasarlas en nuestro centro.

El Área Quirúrgica se llevó el premio a la decoración navideña. Quirónsalud Bizkaia

Este año, el equipo del Área Quirúrgica se coronó como campeón con una decoración navideña que despertaba la admiración de quienes pasaban por allí. Simularon nieve en las ventanas con algodón, crearon arcos de regalos y vistieron cada rincón con un mimo y cariño que traspasaba el ambiente, como si el espíritu navideño quisiera quedarse a vivir allí.

La noche fue larga, dicen. Las copas tintineaban, las risas rebotaban en las paredes y las despedidas se alargaban con ese "un ratito más" que nadie quería romper. Porque la Navidad, cuando se celebra con los tuyos, tiene algo especial. Así fue en el Hesperia: un recuerdo de que la familia Quirónsalud Bizkaia, más allá del hospital, sigue siendo eso, una familia que crece unida.

Cuando el último acorde de DJ Xmike sonó y las luces se atenuaron, la noche dejó un mensaje claro: hay que celebrar los buenos momentos y seguir caminando juntos porque el futuro se escribe en equipo.