A principios de febrero, la integración del antiguo trazado ferroviario en el entorno urbano de las calles Trenbide y Untzillatx de la villa será una realidad. Y es que, si se cumplen los plazos de obra previstos, las áreas actualmente divididas por la infraestructura ferroviaria en desuso pasarán a la historia dando lugar a una nueva zona verde que ocupará más de 2.260 metros cuadrados.

Las obras que ya han comenzado consistirán en la demolición de los antiguos muros de cerramiento y de la solera del apeadero en Untzillatx kalea, integrando el espacio en la trama urbana. Además, se crearán nuevas zonas verdes, se instalará mobiliario urbano moderno y se mejorará el sistema de alumbrado público, en línea con los objetivos de sostenibilidad y accesibilidad de la localidad.

En este sentido, responsables del equipo de gobierno apuntaron sobre el terreno que “la intervención se llevará a cabo con un enfoque comedido, respetando el entorno y priorizando la integración paisajística” y añadieron que “estas obras representan un primer paso hacia la total incorporación de este espacio a la vida cotidiana de la ciudadanía, contribuyendo al desarrollo de un Durango más unido y accesible”.

12 AÑOS DE ESPERA

El trazado ferroviario de superficie, que durante décadas dividió la villa, dejó de estar operativo en diciembre de 2012 con la entrada en funcionamiento del tren soterrado. Sin embargo, 12 años después, la huella del paso del tren en superficie sigue siendo todavía un elemento de separación en el paisaje urbano.

Esta actuación que cuenta con un presupuesto total de 118.580 euros IVA incluido corresponde a las fases 1 y 3 del proyecto de transformación ambiental del trazado del ferrocarril. La redacción del proyecto de la segunda fase finalizará a finales de diciembre. Contará con un presupuesto de 1.150.000 euros y está previsto que la licitación de la obra se ponga en marcha antes del verano para iniciar los trabajos pendientes después del periodo estival.