Onofre Larrea, Arretxo, y Pilar Carpintero, del bar Meatza de Gallarta, ya estuvieron a punto de ganarse el favor de los clientes que votaban por las tortillas de patata participantes en la Kopa de Bizkaia del pasado año y en esta su segunda participación en la tercera edición del campeonato, con 64 establecimientos inscritos, han dado la campanada al ser reconocidos como el bar más votado por el público. “Podíamos haber tenido aún más votos porque al principio había gente que votaba con el ticket de la oferta que tenemos por la mañanas de café más pintxo, pero no se tenían en cuenta porque no se especificaba que era de tortilla”, matiza Pilar Carpintero, la chef oficial del bar sito en la plaza Eusko Gudariak que reconoce que en lo de las tortillas, Arretxo “tiene mejor mano”.
“Y eso que hace doce años no tenía ni idea de hacer una tortilla de patatas. Le tuve que enseñar yo”, apunta esta zierbenata –al igual que su compañero Arretxo– que mantiene desde hace muchos años relación con el mundo de la hostelería tanto como trabajadora como ahora siendo gerente del local gallartino y con anterioridad del centro social del barrio de La Cuesta de Zierbena. “En La Cuesta, al principio, él empezaba a hacer las tortillas y al de un rato me daba una voz para ayudarle a darle la vuelta a la tortilla”, recuerda Pilar con gracejo galipo.
“Arretxo siempre ha sido de carnes y de parrilla por lo que lo conoce mucha gente de Zierbena y de visitantes del barrio del Puerto, donde era habitual verle en la parrilla de El Marinero preparando todo tipo de platos, pero de cocina de bar más bien poco”, reitera Pilar quien destaca la tenacidad de Arretxo para aprender y mejorar “como demuestran los premios que está obteniendo”. Una pareja a la que además no se les da nada mal la cocina en miniatura pues el pasado año –con un pintxo que bautizó un cliente como H.P. porque al llevar huevo se manchó– quedaron entre los cuatro finalistas en el Campeonato de Bizkaia de Pintxos y actualmente están inmersos en la campaña del pintxo minero cuya pasada edición ganaron con el favor de los clientes a su propuesta Beltza compuesto de champiñón a la plancha sobre el que se presentaba una carrillera y boletus con puré de patata, patatas paja y remolacha y plátano deshidratado.
“Algo estamos haciendo bien” resume el zierbanato que a diario prepara en su pequeño establecimiento cerca de 30 tortillas de diferentes tipos “aunque la que hemos presentado para el concurso, con patata agria de toda la vida, cebolla, aceite de girasol y huevos de supermercado, es la que más tirón tiene entre los clientes”, apunta Larrea, quien cree que el secreto es que la mezcla cuente con un buen número de huevos para que quede más cremosa y no apelmazada. “De diario solemos echar nueve huevos pero para el concurso le añadimos alguna yema más para mejorar la mezcla”, resume este cocinero que se decanta por las tortillas con un grosor de unos dos o tres centímetros “como máximo”.
Colas
De hecho el éxito de las tortillas del Meatza hace que cada día elabore unas 20 tortillas para servir en barra y cerca de una docena más para los encargos que reciben de los cercanos polígonos industriales de El Campillo, Abra Industrial e incluso del Puerto de Bilbao. “Aquí, en el recreo del Instituto Dolores Ibarruri –situado enfrente del bar– se forma a diario una cola de los estudiantes que viene a por su pintxo o su bocadillo de tortilla. A veces les ves venir a la carrera con los brazos extendidos para que no les adelante nadie y les deje sin pintxo”, señala jocosa Pilar.