Un centenar de residencias de Bizkaia han impulsado en sus instalaciones modelos de cuidados personalizados, bien a través de la transformación de los centros en unidades convivenciales más pequeñas o, en el caso de las de menor tamaño, avanzando hacia una atención más humana y cercana. La Diputación ha puesto en marcha el cuarto ciclo de formación y acompañamiento para avanzar en modelos centrados en la persona que, según señaló ayer la portavoz foral, Leixuri Arrizabalaga, pretende “impulsar la calidad de vida de las personas mayores y en situación de dependencia, así como mejorar la eficiencia de los centros residenciales. Queremos ofrecer una atención residencial de alta calidad, respetuosa con las necesidades de cada persona y abierta a la comunidad, respondiendo así a las demandas actuales de atención en entornos de larga duración”, subrayó la portavoz.

Este ciclo está dirigido a las propias residencias, tanto aquellas que han implantando unidades convivenciales como las que, debido a su estructura o viabilidad económica, no pueden realizar una transformación arquitectónica. El programa, que arrancó el pasado 11 de octubre y se prolongará hasta el 13 de diciembre, incluye ocho sesiones que suman 40 horas de formación, impartidas en el centro asistencial Leioa del IFAS. El contenido aborda diferentes áreas, como la ética de la atención integral, la historia de vida y el plan de atención individualizado, la importancia de los profesionales de referencia y la integración en la comunidad, detalló Arrizabalaga. Los participantes completarán un autodiagnóstico y un plan de acción para sus centros.

Por otra parte, la Diputación mantiene un servicio de acompañamiento y seguimiento continuo a los centros, que permite garantizar una implementación efectiva y sostenida del modelo. Se ofrecen sesiones de contraste, apoyo individualizado para necesidades específicas y orientación grupal sobre cuestiones comunes entre los centros.