El pasado año la Diputación Foral de Bizkaia instaló en distintos puntos de Artxanda carteles señalando la prohibición de caza a menos de 200 metros de las viviendas y los vecinos denuncian que es algo que “no se está cumpliendo”.

Jose Mari Larrañaga, miembro de la plataforma vecinal de Artxanda, señala que los cazadores “hacen caso omiso a los carteles”. “Son muchos los avisos que están puestos por todas las zonas de la prohibición, de eso no tenemos queja, pero lamentablemente se siguen saltando la prohibición”, cuenta Larrañaga.

“Siguen campando a sus anchas, sin respetar las limitaciones que determina la zona de seguridad e incluso se enfrentan a los vecinos que les llaman la atención”, denuncia. Asegura que cerca de las viviendas siguen cayendo perdigonadas, tanto en los tejados como en las huertas, lo que hace que se “ponga en peligro” no solo la vida de los vecinos, sino también de quienes pasean por Artxanda o utilizan sus carreteras. Larrañaga confiesa que algún vecino se ha enfrentado con los cazadores, y cuenta que el resultado ha sido “que le encañonaron con una escopeta” y “continuaron haciendo caso omiso”.

En este sentido, desde la plataforma vecinal “exigen” que “tanto desde la Diputación Foral así como desde las autoridades pertinentes se tomen las medidas necesarias con el objeto de impedir que se sigan cometiendo este tipo de tropelías con armas de fuego”. Será este miércoles cuando el Juntas Generales se aborde la problemática, y esperan que entonces se “encuentre una solución”. Desde el departamento de Sostenibilidad Ambiental y Medio Natural señalan que están "trabajando en ello" y que en la comisión del miércoles se dará "respuesta a este tema".

“Quienes no cumplen con las normas dan mala imagen a todo el colectivo”

Asier Goiri es uno de los cazadores que acuden con asiduidad a Artxanda a cazar, lleva "toda la vida" practicando esta actividad y reconoce que "cuando escuchas un disparo cerca de casa impone". "Eso es inevitable y los vecinos pueden asustarse, por eso hay que respetar las medidas de seguridad en todo momento", señala. "Dudo mucho que los vecinos se quejen porque sí, habrá quien no esté respetando las normas y eso nos genera una muy mala imagen a todo el colectivo", señala.

"Un conductor puede ser un kamikaze, pero no todos los que conducen lo son. Y eso es lo que pasa con los cazadores, que algunos actúan mal, con prepotencia y sin cumplir las normas pero eso no significa que todos lo seamos", matiza.

Además, reconoce que puede haber quien cumpla la legalidad pero que, aún así, genere inquietud entre los vecinos. "Entra en la lógica y la ética del cazador que independientemente si cumples la ley debes buscar otras zonas donde no afecte a los vecinos", indica. Recuerda que el caso de Deba, en el que una mujer murió a causa de una bala que entro en su casa, ha generado "miedo" por lo que hay que estar "todavía más atentos si cabe a nuestra actividad, para que no cunda el pánico".

Señala, que “el cazador de hoy no es como el de hace años” ya que ahora “no se caza para sobrevivir y comer, sino para controlar la población de animales”. Por lo tanto, indica que “los mayores interesados en cuidar la naturaleza son los propios cazadores”.