La Diputación de Bizkaia va a estudiar la posibilidad de colocar señales e intensificar la vigilancia en la zona de seguridad de caza en Artxanda. Así lo ha confirmado este lunes la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa, en una comparecencia en las Juntas Generales a petición de Elkarrekin Bizkaia.

Su apoderado Ricardo Vaquero se ha hecho eco de la "preocupación" de los vecinos de la zona, que denuncian que los cazadores no respetan ese perímetro de seguridad de 200 metros alrededor de sus viviendas, establecido desde 2021. "Piden poner en marcha medidas de protección concretas para evitar accidentes, ya que la situación se estaba volviendo peligrosa e incluso en algunos casos se habían dado enfrentamientos e incidentes. Denuncian la cada vez mayor afluencia de cazadores dentro de la zona de seguridad, sin hacer caso de la misma", ha advertido el juntero de Elkarrekin Bizkaia.

Atutxa ha recordado que el departamento mantiene una "estrecha relación" con la plataforma de vecinos de Artxanda desde 2019. Tras constatar la situación que vivían y de forma consensuada con ellos, en 2020 se estableció una zona de seguridad alrededor de la carretera BI-3741 y sus viviendas, de 117 hectáreas, en terrenos tanto de Bilbao como de Sondika. En esta zona está prohibida la caza con armas y solo se autoriza, "de forma excepcional", controles cuando se producen daños en el medio agrario o forestal, o accidentes de tráfico, provocados corzos o jabalíes.

La diputada ha considerado que la declaración de esta zona de seguridad "ha frenado la presencia de cazadores en este área, rebajando considerablemente las molestias que se venían produciendo a las personas que viven en la misma". Y es que, además del establecimiento de la franja, el departamento también está llevando a cabo acciones de vigilancia por parte de los guardas forestales para evitar que los cazadores se introduzcan en la zona de seguridad, que se intensifican en temporada de caza. "Y allí donde se detectan indicios de infracción, se actúa", ha señalado, "tal y como se demuestra en los expedientes sancionadores incoados año tras año, algunos de los cuales son debido a la caza en zonas de seguridad". No obstante, Atutxa ha advertido de que cada guarda de caza y pesca custodia un área equivalente a 30.000 hectáreas.

Además de todas estas medidas, el departamento está analizando la posibilidad de establecer unas señales en la zona para advertir de que se trata de un área de seguridad, "estimando dónde podrían colocarse", y de intensificar la vigilancia si fuera necesario de cara a la temporada de caza del próximo año. "Esperamos que todo ello sean medidas suficientes para asegurar la tranquilidad de los vecinos", ha finalizado.