El frontón Jostaldi de Hondarribia se convierte hoy en un inmenso tatami sobre el que se diputará la fase final del Campeonato de Euskadi de kárate en las modalidades de kumite y de kata. Una cita deportiva en la que el karateka abantoarra Ekhiotz González Huertas presentará sus credenciales para obtener el cajón más alto en la categoría de mayores de 18 años, resultante de la fusión de las categorías sub’21 y senior de katas que por contra se mantienen en los citas de Bizkaia, estatal e internacional. No en vano, este veinteañero, vecino de Gallarta, que a mediados de septiembre viajó con la Euskal selekzioa a la ciudad austríaca de Salzburgo para participar en la serie 1 del Campeonato del Mundo, ostenta actualmente el título de campeón de Bizkaia en las categorías sub’21 –en Pando (Portugalete)– y senior –en Miribilla (Bilbao)– y el pasado año quedó segundo en la cita vasca. Hoy, Ekhiotz será uno de los más de 260 karatekas masculinos y femeninas, la mayoría de ellos en la modalidad de kumite, de las categorías de cadete, junior y senior que se citen en Gipuzkoa.

“No es por ir de sobrao o creerme más que nadie porque en la competición también juegan los nervios y los rivales van también muy preparados, pero creo que ahora mismo tras el paso por la liga vizcaina, la liga estatal y el campeonato del mundo estoy a un gran nivel y creo que tengo muchas posibilidades de subir a lo más alto del cajón”, relata confiado este joven estudiante de primero del ciclo de grado superior de Química y Salud ambiental en el Centro Formación Somorrostro de Muskiz.

Palmarés

A su favor juega también su dilatado palmarés ya que, según comenta Ekhiotz, desde 2016 no se ha bajado del cajón de premios en las diferentes categorías y citas competitivas en las que ha tomado parte lo que da idea de su progresión en este deporte que Ekhiotz practica desde los 7 años en el club ortuellarra Osasun Do que dirige Manuel Colás, 6º DAN de kárate, árbitro y juez de tribunal, presidente de la Federación Vasca de kárate, y vocal de la Real Federación Española de kárate. “Puede parecer que esto te facilitara las cosas pero por contra el nivel de exigencia es si cabe un poco mayor. Manu es muy exigente con la disciplina, la constancia, la dieta..., pero también es un gran entrenador”, reconoce Ekhiotz que tiene su otro gran pilar en su amatxu, Enara Huertas, que sigue a su hijo como su fan número uno allí donde va a competir.

“A veces yo creo que ella lo pasa peor en la grada que yo sobre el tatami pero, sin duda, es mi gran referente en la vida”, expresa este joven deportista que de pequeño practicaba natación y hoy, siempre que su entrenamientos, sus estudios y su trabajo se lo permiten, practica deportes de equipo con su amigos. “De pequeño me apuntaron a cursos de natación y la verdad es que me gustaba pero luego tuve problemas con los oídos y tuvieron que llegar a operarme por lo que el agua se convirtió en un pequeño handicap. A raíz de aquello, con 6 o 7 años, me apuntaron a clases de kárate y desde entonces ahí estoy practicando en el club donde empecé”, cuenta este karateka que actualmente posee el cinturón negro primer DAN.

Este deporte también conlleva unos sacrificios como seguir una dieta para mantener su estado físico. “Me encantan las hamburguesas y las pizzas pero mi dieta se basa en pasta, arroz, pollo y carne y poco más, aparte de mucha verdura en fresco o en puré y fruta”, detalla este competitivo joven que se ha quedado a tan solo tres décimas de pasar a las semifinales del Campeonato de España que se celebrará el próximo mes de diciembre.

Hondarribia

Ahora el reto está en lograr la medalla de oro en la modalidad de Kata, en la categoría de más de 18 años, en la cita vasca del kárate que desde las 10.00 de la mañana hasta bien entrada la tarde se celebra hoy en el Jostaldi Frontoia de Hondarribia. “Ahora mismo gracias al trabajo en la selección española y la selección vasca y gracias a mi entrenador, que me han ayudado a estar en un nivel bastante bueno, voy al campeonato con garantías para afrontar con éxito esta prueba”, remarca este joven abantoarra que entrena dos horas diarias seis días a la semana y a veces incluso los siete días a la semana para prepararse de manera adecuada en esta disciplina.

“Es un deporte de alto rendimiento y si estás centrado en ello tienes que tener el físico mínimo que se te va a exigir para los niveles de competición. En Austria, que es un campeonato del mundo a nivel absoluto, gané a un italiano pero luego de repente pierdo contra el tercero de Europa, un turco que era un armario”, señala Ekhiotz que confía sobre todo en su poder de concentración y su capacidad de autocontrol. “Necesitas autocontrol porque al final vas con una intensidad, con una inercia y la potencia misma de la kata hace que muchas veces el cuerpo te pida seguir y seguir pero tú tienes que controlar también los movimientos. Al final te tienes que montar un película en la que además de la técnica de la kata en si tienes que encontrar un momento adecuado para parar que aprovechas para coger aire. Hay que tener mucho autocontrol para no ir disparado”, resume este deportista de élite que –a falta de patrocinador para su reputado cinturón– debe financiar sus viajes gracias a su trabajo como profesor de kárate.