La Sociedad Deportiva Ugeraga de Sopela, que aglutina a cerca de 900 deportistas en sus filas, ha denunciado públicamente los constantes actos vandálicos que viene sufriendo en sus instalaciones de Urko desde el verano. Unos destrozos registrados, principalmente, en los vestuarios ubicados debajo de la grada del campo de fútbol, en el mobiliario y en “infraestructuras esenciales” que han afectado “de manera significativa” el funcionamiento del club.

Por ello, la entidad sopeloztarra muestra su malestar por la sucesión de “pintadas en los vestuarios, la aparición de puertas y baldosas rotas, camillas y grifos de las duchas estropeadas, etc.”, según detalla el presidente del club, Aitor Muñoz, quien asegura que los vándalos acceden por unas vallas rotas del perímetro. “Lo hemos puesto en conocimiento de la Ertzaintza y del Ayuntamiento en repetidas ocasiones. Incluso, el pasado mes de septiembre nos encontramos a una persona durmiendo en los vestuarios”, relata.

Ante esta situación, que “no se trata de hechos aislados, sino que se ha repetido en numerosas ocasiones”, el directivo expone que estos comportamientos representan un grave daño económico para la entidad y también un perjuicio para “los niños, niñas, jóvenes y adultos que entrenan a diario en las instalaciones y que se ven perjudicados por la imposibilidad de utilizar los espacios en condiciones óptimas”. A este respecto, al tratarse de unas instalaciones de titularidad municipal, el club ha reclamado al Consistorio su arreglo puesto que la entidad cuenta con “recursos económicos limitados”, asegura Muñoz. Mientras tanto, han tenido que “cerrar dos vestuarios” debido a los destrozos. Por último, el Ugeraga está trabajando “con las autoridades locales para investigar los incidentes” y, al mismo tiempo, hace un llamamiento a los vecinos de la zona para que “colaboren en la protección de las instalaciones, reportando cualquier acto vandálico o sospechoso”.