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Drones, barcos y más de 800 carteles para encontrar a Senda: "Estamos desesperados"

Desapareció el pasado 30 de julio durante un paseo por Otoio, en Lekeitio, y desde entonces sus dueños no han dejado de buscarle

Drones, barcos y más de 800 carteles para encontrar a Senda: "Estamos desesperados"

Senda es un labrador negro que se perdió el 30 de julio en uno de sus paseos al monte Otoio, en Lekeitio, con sus dueños Sara Pascua y Joseba Espinosa. Un paseo que conocía a la perfección. Como tantas otras veces, se fue detrás de algún bicho y mientras estaba explorando por la zona, cayó una fuerte tormenta, y desde entonces no le han vuelto a ver. "Creemos que se asustó y se desorientó", cuenta Sara.

Piensan que podría haber llegado a la zona de la playa de Ogeia, muy cercana al punto donde se le vio por última vez. "Allí quizás se junto con alguien porque estaba asustado", piensan. Cuentan que es un labrador muy sociable y cariñoso y que aunque tiene nueve años, está en muy buena forma física. Tiene el pelaje negro, pero cuenta con manchas blancas en el pecho y canas en la barbilla. "Cuando se extravío llevaba el arnés rojo de la foto que hemos puesto en los carteles", matizan.

Le han buscado por tierra, mar y aire y no hay ni rastro de Senda ni por Otoio ni por los alrededores. Para ello han empleado barcos, por si se hubiera caído al mar, drones para tener una visión lo más amplia posible y han pegado más de 800 carteles por infinidad de lugares. Además, diariamente publican tanto en Facebook como en Instagram posts en los que hablan de Senda, indicando que ha desaparecido por si alguien lo reconociese. "Estamos desesperados", reconocen.

Tanto Sara como Joseba creen que alguien se lo llevó, porque no hay ni rastro de él. "Pensamos que la persona que lo tiene o no se ha enterado o no lo quiere devolver", lamentan. Aseguran que tanto veterinarios como asociaciones están avisados por si apareciese, pero cada día que pasa es un día más echándole de menos.

Recompensa

Senda llegó a la vida de Sara con un añito, tras haber sido encontrado en un contenedor de basura en Madrid. "Tuvo unos inicios un poco tortuosos", reconoce a la vez que confía en volver a verle. Tantas son las ganas que tienen de encontrarle que ofrecen incluso una recompensa para quien ofrezca información sobre su paradero o se lo devuelva. "Nuestro perro no tiene precio, pero ese dinero sería como una compensación económica por el tiempo y dedicación invertidos en la búsqueda", indican.