Fue el pasado 1 de agosto cuando el equipo de gobierno –conformado por PNV y PSE– dio a conocer la propuesta de ordenanzas fiscales de cara a 2025 con el propósito de “equilibrar la recaudación fiscal con la prestación de servicios públicos de calidad, adaptándose a las normativas actuales y apoyando a los sectores más vulnerables”. Ahora, y tras el impasse de agosto, los partidos de la oposición como EH Bildu y Herriaren Eskubidea han presentado sus enmiendas y aportaciones mostrando su desacuerdo en diversos aspectos como la subida del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) y la ponencia de valores, donde se recogen los valores catastrales de las viviendas. En este sentido, Herriaren Eskubidea se ha mostrado contraria al anuncio del equipo de gobierno “para subir más de un 14% el IBI de todas las viviendas, con subidas importantes también para industria, comercio y resto de usos”. Y añaden: “Algunas viviendas pasarán a pagar casi el doble de IBI que en 2024. Además, PNV y PSOE han anunciado que pagaremos más por la tasa de basuras, en concreto un 30% más”.

Por su parte, desde EH Bildu consideran justificada la subida del IBI, “pero no así”. La coalición critica la propuesta abogando por una “subida más moderada y progresiva, para que paguen más quienes más tienen. Un 4% para las viviendas con un valor catastral hasta 140.000 euros, en torno 350.000 euros valor mercado y un 8% para las viviendas de más de 140.000 euros de valor catastral”, sostienen.