Síguenos en redes sociales:

Tierno homenaje a la longevidad en la Asociación de Jubilados de Ugao Gure Etxea

Nieves Urresola y Julián Unzueta fueron los protagonistas el viernes del sencillo y entrañable acto

Tierno homenaje a la longevidad en la Asociación de Jubilados de Ugao Gure EtxeaS. Martín

La iglesia católica celebra cada 26 de julio el santoral de Santa Ana y San Joaquín, abuelos de Jesús de Nazaret y padres de María. De ahí que esta jornada se haya consolidado, con el paso del tiempo, como el Día de los Abuelos y se dedica, además, a reivindicar el papel que desempeñan nuestros mayores en la sociedad en general. Es el motivo por el que el Hogar del Jubilado y Jubilada Gure Etxea de Ugao-Miraballes aprovechó el viernes para rendir, una vez más, un merecido homenaje a sus socios más longevos, en esta ocasión: Mari Nieves Urresola, de 97 años, y Julián Unzueta, de 95 años. El acto tuvo lograr a las 17.00 horas en la sede social y contó con la ambientación musical del txistulari Jon Menoio y se abrió con unas palabras del presidente de la asociación, Julio Fernández. “Iniciativas como esta, engrandecen y dan la verdadera dimensión social que tiene una asociación como la nuestra. No estamos hablando de una excursión o un cursillo, estamos ante un homenaje en vida de sus protagonistas. Porque los póstumos suponen, muchas veces, hacer pasar un mal rato para los familiares”. A continuación, se dirigió directamente a Nieves y a Julián para agradecerles su predisposición y presencia. “A los dos, enhorabuena por haberle metido tantos goles a la vida y seguid como siempre, así”. 

Tras unos aplausos de cariño por parte de los asistentes -familiares, socios del club y vecinos de la villa- intervino el alcalde, Ekaitz Mentxaka, que acudió al acto acompañado de las concejalas Udiarraga Uribe y Nagore Urueña. “Para nosotros es un placer estar aquí en un día tan importante para vosotros y en el que, además, se homenajea a dos personas que conozco desde que era chiquitín”. A pesar de ser nonagenarios, el primer edil aseguró “verles en plena forma y seguro que van a disfrutar de esta jornada y espero, también, de las fiestas que están ya a la vuelta de la esquina”.

Muy sonrientes y agradecidos recibieron, después, Mari Nieves Urresola y Julián Unzueta una placa conmemorativa y un ramo de flores, además de los abrazos, besos, felicitaciones y muestras de cariño por parte de los asistentes. Con mucha determinación se acercó Nieves al micrófono para “dar las gracias a la junta directiva por este acto” y deseó “a todos los presentes que cumplan muchos años para que, en cualquier momento, ocupen ellos este lugar”. Para terminar, lanzó un bonito mensaje a todos los asistentes: “que viváis un presente con vistas a un futuro, pero sin olvidar el pasado que es muy importante”.

Queridos y conocidos

Sin duda un buen consejo y recomendación de una vecina y ugaotarra de nacimiento. “Soy de la villa de toda la vida. Del barrio de Astibil y, más concretamente, del caserío Iturrondo”, precisó con orgullo. Muy vinculada a la vida social y cultural, “fui catequista durante mucho tiempo y siempre he sido una persona muy activa”, explicó. Del homenaje del que estaba siendo una de las protagonista, aseguró que “está siendo un día muy bonito y especial y estoy muy contenta con el detalle”.

Por su parte, Julián Unzueta, es realmente natural de la cercana localidad de Zeberio aunque reside en Ugao-Miraballes desde que tenía 31 años. “Me casé y me vine aquí”, comentó. Su vida profesional estuvo ligada a la conducción de un autobús de la línea Zeberio-Ugao-Bilbao por lo que es también una persona muy conocida y cercana para varias generaciones de vecinos de las poblaciones del Alto Nervión. A esto se suma, además, que durante muchos años regentó el bar Unzueta. En la actualidad disfruta de una vida muy tranquila y entre sus hábitos y costumbres mencionó “venir a diario al Hogar del Jubilado y Jubilada Gure Etxea para estar con los amigos y jugar la partida de mus”.

Y en esa sede social, punto de encuentro, de reunión y de realización de actividades para la población de mayor edad de la villa, siguieron disfrutando homenajeados y convecinos ya que, tras el acto, hubo degustación de café y pastas para los socios y sesión de bailables con música y temas a su gusto. Una entrañable jornada en buena compañía que se repite todos los 26 de julio y que, tal y como apuntó el presidente de la sociedad, Julio Fernández “cada año los protagonistas son diferentes para que más personas puedan tener un reconocimiento”.