La huelga de los y las trabajadores del polideportivo de Sopela para lograr un convenio propio se ha ampliado a este mes de julio al no llegar a un acuerdo entre sindicatos y empresa, según explicaron ayer fuentes municipales. El Consistorio ya mostró su preocupación el mes pasado y solicitó evitar el cierre de las instalaciones, pero de momento no se ha alcanzado un acuerdo.

En este sentido, hasta la fecha se han realizado tres reuniones entre las partes, la última de ellas este pasado lunes día 1 de julio. Con el objetivo de seguir trabajando en busca de un acuerdo, se prevé otra reunión para finales de semana. De esta manera, desde el Consistorio consideran que se están “intensificando los contactos entre empresa y sindicatos para llegar a un acuerdo favorable para todas las partes y evitar así que el polideportivo se cierre también durante el mes de julio”.

Cabe recordar que los sindicatos del polideportivo de Sopela convocaron una huelga del 10 al 30 de junio con el objetivo de lograr un convenio propio. Anteriormente, patronal y sindicatos habían consensuado a nivel provincial un preacuerdo para un nuevo convenio para Bizkaia. No obstante, los trabajadores y trabajadoras del polideportivo de Sopela decidieron seguir con las movilizaciones para conseguir mejoras en sus condiciones laborales con respecto al convenio provincial.

En concreto, desde ELA argumentan que “las plantillas seguirán perdiendo poder adquisitivo, ya que el IPC no se garantiza”, y dado que “la vigencia del convenio es de seis años, esta pérdida se mantendrá a muy largo plazo”, aseguran. Asimismo, también consideran que “se han excluido del acuerdo las reivindicaciones de la mejora de los pluses de preparación de clases y festivos, el plus de domingos con garantía retributiva, el plus nocturno de todas las categorías, el salario mínimo para el sector, el permiso retribuido para acudir al médico y la equiparación de categorías, entre otras cuestiones”. En cuanto a los contratos fijos discontinuos, señalan que “en el convenio se contempla la posibilidad de hacerlo a tiempo parcial, sin limitación alguna”.

Por su parte, el Ayuntamiento de Sopela se ha comprometido a intermediar entre las partes para tratar de solucionar el problema. Para el Consistorio se trata de “un servicio muy importante para la salud, el ocio, la educación y el bienestar de la ciudadanía”. El contrato con BPXport es una cesión de gestión integral en el que la empresa asume toda la responsabilidad y el riesgo de la actividad, y por lo tanto, el Ayuntamiento, aclaran, “no tiene competencia alguna en la relación laboral entre empresa y personal”. No obstante, ven “necesario” seguir favoreciendo un acercamiento entre las partes.