Bizkaibus volvió a protagonizar el jueves otra caravana no intencionada de hasta siete autobuses como consecuencia de la avería de una octava unidad que supuso dejarla inmovilizada y que no pudieran pasar el resto de unidades. Afortunadamente esta vez no fue un problema tan grave como el ocurrido el pasado 8 de mayo cuando más de 2.500 universitarios que subían al campus de Leioa a primera hora de la mañana se quedaron tirados y tuvieron que subir a pie tras averiarse también otro autobús e impedir circular a decenas de transportes forales que venían por detrás en lahora punta de la mañana, tal y como recogió este periódico.
Entonces los sindicatos de la concesionaria EMB denunciaron que todo fue causado por la falta de mantenimiento de la flota, la misma razón que han aducido también ahora. Los hechos se produjeron sobre las 18.00 horas del jueves cuando la unidad 7781 que cubre la línea de Mamariga bajaba de este barrio de Santurtzi por la calle Sabino Arana y una avería la dejó paralizada justo en el cruce con la céntrica calle Vapor Habana. El bloqueo de esta unidad híbrida supuso que las unidades de las líneas 3135, 3129, 3115 y 2315 que iban llegando se quedaran atrapadas en la calle Vapor Habana hasta colapsarla y llegar hasta la calle Capitán Mendizabal, hoy Itsasalde.
El atascazo se prolongó casi una hora, tiempo que tardaron los mécanicos en desbloquear la unidad. Tanto sus ocupantes como los del resto de los autobuses atrapados tuvieron que abandonar los autobuses y optar por el metro que cuenta con una boca de acceso en las cercanías. Fuentes sindicales indicaron a DEIA que por la mañana esta unidad fue denunciada a la empresa por varios fallos en el comité de Seguridad y Salud, “unas averías que se vienen dando hace tiempo debido a que un mantenimiento deficiente ya que los empleados de taller no tienen formación suficiente para ello”.