Un año más, Zalla rindió homenaje a la veintena de vecinos y vecinas cuyas vidas segaron los ataques aéreos fascistas perpetrados en junio de 1937, durante la Guerra Civil. El alcalde, Unai Diago, y los representantes del PNV, Juanra Urkijo, y de EH Bildu, Enrike Hernández, presidieron el acto en la plaza Euskadi, que consistió en un aurresku de honor y una ofrenda floral ante la placa que recuerda la tragedia. Además, el sonido de las sirenas acercó el miedo que debieron sentir los zallarras de entonces cada vez que lo escuchaban procedente de la Papelera de Aranguren, puesto que alertaba de que debían apresurarse a los refugios ante el “inminente peligro”. Después, se guardó un minuto de silencio “en memoria de todas las personas que sufrieron la guerra y la represión”.

El 21 de junio se produjo el más cruento de los bombardeos que sembraron “sangre, fuego y muerte a manos de la aviación alemana aliada de las tropas de Franco”, se retrotrajo el regidor. Al amanecer “la Armada fascista de España dejó de perpetrar pequeños ataques y al amanecer mandó nueve aviones bombarderos Junker B52 de Gasteiz a Zalla con el objetivo de destruir el pueblo, acumulando su poder de destrucción donde más casas había”, explica la publicación sobre historia local Sustraiak.