Las imágenes con las que Getxophoto irrumpe en el paisaje y se apodera de él ya están haciendo de las suyas: ya están jugueteando para atrapar con enorme facilidad miradas y pellizcar mentes para la reflexión. La colección de este 2024 está en la calle, en su recreo, agarrándose al tema de este año: play. “No dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar”, clamó G.B. Shaw.
En una de las 22 exposiciones de este festival quien brinca, ríe y se libera es una madre de 70 años, viuda desde hace dos décadas. Junto a su hijo realiza en casa unos ejercicios para mantener la agilidad. Los gestos para desentumecer las articulaciones sirven también para vencer la rigidez emocional y expresar sentimientos reprimidos. En el mismo sofá en el que el padre se echaba la siesta, madre e hijo se entregan a una exploración lúdica y desprejuiciada de sus movimientos y sus afectos, sin miedos ni vergüenzas, libres de complicaciones, edípicas o de otro tipo. Es la obra de Anna y Bernhard Blume que divierte desde el paseo de la playa de Ereaga. A pocos metros, una propuesta jovial más espiritual: un viaje visual y filosófico por los ciclos de la vida, la muerte y la reencarnación, según el pensamiento budista. Cada etapa es como pasarse una pantalla de un videojuego. Por eso, en estas fotos de Lu Yang hay una estética que evoca los mundos simulados a través de los videojuegos y la ciencia ficción. “No podíamos dejar fuera este universo. Para muchos, es cultura popular y juvenil y no se le considera en términos de creación artística, pero desde Getxophoto reivindicamos que sí”, aseveró ayer la comisaria de la exposición, María Ptqk, con un grito a favor del valor del videojuego. Por eso, hay actividades e instantáneas del festival que le dan al play en este sentido, como las del dúo 2girls1comp, que toman como referencia el GTA. Otros proyectos no son tan tecnológicos, más bien, son una regresión temporal: en las galerías de Punta Begoña se exhibe el trabajo de Alejandra Carles-Tolra, que retrata el juego de la imitación, a través de las Jaineites, seguidoras de la escritora británica Jane Austen. Ellas, peinadas y vestidas como en la época de la Regencia, recrean su mundo literario en encuentros y festivales en los que bailan, pasean, bordan y leen en voz alta pasajes de sus novelas.
Getxophoto empezará con su programación mañana jueves y el domingo, tal y como señaló el director del evento, Jokin Aspuru, tendrá lugar la visita guiada con los artistas por sus obras. Una docena de ellos podrán asistir al municipio, un gran puñado si se tiene en cuenta que este festival llega a miles de kilómetros; hay autores de China, Japón, Argentina, Brasil... “Es un referente mundial de la creatividad y la innovación”, resaltó, de hecho, la concejala de Cultura, Irantzu Uriarte. Hay enormes cachitos fotográficos internacionales por una veintena de rincones de Getxo. Además del paseo de Ereaga –ascensor incluido– y Punta Begoña, sobresalen como marco también la fachada del mercado de Algorta, la plaza San Nikolas, la escuela Zabala o la novedad de este año: la pista de skate de Arrigunaga. Allí, las instantáneas juegan, pero también se activan o interpretan, cogiendo los otros significados de play. Será hasta el día 30 de este mes. En todo este tiempo, junto a las fotos al aire libre se desarrollarán actividades, como encuentros entre profesionales, performances, la ruta posavasos, recorridos nocturnos...